viernes, 13 de enero de 2017

Continuación ... Vida espiritual

 
Para emprender un camino espiritual, podríamos tener en cuenta los siguientes grados o etapas, según el esquema adoptado por Orígenes, recuperado por Evagrio y completado por San Máximo el Confesor:

Praktiqué o práctica de las virtudes (comienza con el arrepentimiento del que hemos hablado en la entrada anterior).
 
Physiqué o contemplación de la naturaleza;
 
Theologia o "teología", en el sentido estricto de la palabra: contemplación del propio Dios.
El primer grado y utilizando el lenguaje de los Padres del Desierto, consiste en escapar de la servidumbre de las pasiones, siendo cada vez más conscientes del bien y del mal,  hasta alcanzar, con la ayuda de Dios,  la "pureza del corazón".
En el segundo grado, o contemplación de la naturaleza, el cristiano afina la percepción de la existencia de la creación y  descubre así la presencia de Dios en todas las cosas. Esto lo conduce al tercer grado:
Unión directa con Dios, que no sólo está en todo, sino por encima y más allá de todas las cosas. En este tercer grado, el cristiano ya no tiene solamente la experiencia de Dios a través de su conciencia o por intermedio de la creación, sino que se encuentra con el Creador cara a cara, en una unión directa de amor. La visión plena de la gloria divina está reservada para la vida eterna, pero ya en esta vida, los santos gozan de las primicias y promesas de las cosas futuras.
 
... Continuará...