viernes, 27 de septiembre de 2013

CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO PARA ENTENDER CUANDO HABLAMOS DE MISTICA CRISTIANA Y CUANDO NO.



 
Hacia fines del siglo XX hemos sido testigos de una oleada mística caracterizada por el olvido de la historia, la primacía de la interioridad, el distanciamiento de la Iglesia y la desatención de sus exigencias. Se insiste en la necesaria consonancia de la mística cristiana con la de otras religiones y con todos los movimientos de retorno a la interioridad más allá de la religión. La fe positiva, histórica, sacramental es forzada a comprenderse en las claves generales de la religión.
 
El cristianismo es antes que mística, una religión profética (derivada de una palabra que Dios nos dirige por los profetas y por Jesucristo el Hijo encarnado). Es una religión histórica (originada en lugar y tiempos concretos, no en espacios etéreos o en tiempos míticos. Es una religión fundada por sujetos perfectamente identificables; es una religión personal y personalizadora, tanto por lo que se refiere al Dios que ocupa el centro centrándolo todo, como por lo que se refiere al hombre, sujeto con rostro único, futuro individual y destino eterno. Estas características son comunes a las religiones occidentales monoteístas (judaísmo, cristianismo e Islam), generalmente contrapuestas a las religiones orientales (budismo, hinduismo, confucionismo).
 
El cristianismo no es sólo el resultado de una búsqueda, experiencia o conquista del hombre, sino fruto de una revelación de Dios a la que el hombre responde con la audición y con esta forma consecuente de oír que es la obediencia y que referida a Dios llamamos fe. 
 
Las tres cumbres de la mística cristiana en las que se han unido experiencia, reflexión y palabra, vida interior y acción exterior fecunda, son San Agustín, Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Pero ellos no han sido los únicos grandes en la historia de la mística. Ya veremos más adelante, otros máximos exponentes de esta Gracia de Dios. 

Como dijimos más arriba, hoy asistimos a una oleada de propuestas y de pretensiones, de ofertas y de discursos que poco tienen que ver con la auténtica mística cristiana.  Una mística que no integre la dimensión profética del cristianismo, precisamente con la identificación desde el Cristo evangelizador, crucificado y resucitado por nosotros, no es cristiana.
 
Existen actualmente movimientos que son una nueva forma de gnosticismo (http://es.wikipedia.org/wiki/Gnosticismo): una huída ante el escándalo de la cruz de Cristo, un ocultamiento de nuestra condición pecadora y de la necesidad de justificación que el hombre tiene.
 
Algunas personas y grupos católicos  sufren una dicotomía, inclinándose unos a una pura visión histórica centrada en el pasado de los hechos que dieron origen al cristianismo y otros, dejando en el silencio la historia, la institución y la sacramentalidad, se centran exclusiva o primordialmente en experiencias religiosas actuales. De ahí las batallas dadas entre los grupos partidarios del Jesús histórico y los partidarios del Cristo interior, reclamando cada uno de ellos poseer al único verdadero.
 
Sólo hay legitimidad para hablar de mística cuando ésta entronca con la historia positiva de Dios en la revelación que se inicia con Abraham, cuando se remite a la persona de Jesús, cuando nace y crece en la comunión eclesial, vive abierta en el amor a los demás y se siente responsable del mundo.

En entradas posteriores seguiremos desarrollando este tema tan interesante sobre la óptica cristiana de la mística.
Agradezco mucho vuestros e-mails agradeciendo este esfuerzo de mi parte. Lo hago con mucho placer. No es en absoluto obligatorio contestar las propuestas de actividades ni participar en ellas. Esto no es un curso, sino una exposición de temas que nos llevan a entender, dentro del espíritu de la Iglesia, de qué estamos hablando cuando decimos mística cristiana y cómo la han vivido los más grandes exponentes de nuestra riquísima tradición.

Actividad para la semana: Tomemos el siguiente pasaje de San Gregorio de Nisa:
“Si un caminante a mediodía cuando los rayos de sol caen ardientes sobre la cabeza, llega a una fuente, de aguas claras y cristalinas, ¿se sentará al lado del agua para comenzar a filosofar sobre su naturaleza, a investigar de dónde, cómo y por qué cauces ha llegado hasta allí? ¿O dejará todo esto a un lado y se arrojará de bruces al agua, para poner sobre ella sus labios, saciar su sed, humedecer su lengua, regalar descanso a su cansancio y agradecer a aquél que le ha regalado esta gracia? Así se tú semejante a este sediento.”
 
¿Qué significa para ti este pasaje? ¿Cómo llega a tu corazón? ¿Qué pretende indicarte?


sábado, 21 de septiembre de 2013

…MISTICA Y MISTICOS EN EL CRISTIANISMO (continuación)


Una breve y sencilla definición de teología: “la teología es una reflexión sobre la fe, sobre la experiencia y sobre lo que se puede llamar los lenguajes primarios de la fe, que son los de la confesión de fe, de la celebración, del testimonio de la fe”.

Veamos ahora el concepto de mística. La misma palabra deriva de misterio; la teología mística enseña un camino que es místico en el sentido que es secreto, oculto, informe, oscuro, inefable, que no puede expresarse a través de conceptos o imágenes claras.

La mártir judía Edith Stein (luego como Carmelita: Sor Teresa Benedicta de la Cruz), muerta en un campo de concentración nazi, nos dirá que la teología mística, además de ser “la ciencia del amor”, es la “ciencia de la cruz”. Siguiendo los Evangelios, esta teología proclama que la cruz no es terrible. Pablo se glorifica en la cruz y el Peregrino Ruso que recitaba la oración de Jesús, desbordaba de alegría.

 



Los padres Capadocios (siglo IV) (los hermanos Basilio de Cesarea y Gregorio de Nisa, junto con su amigo común Gregorio Nacianceno, nos van a hablar de la incomprensibilidad de Dios.

 


La teología de la negación, conocida también con el nombre griego de Teología Apofática, deriva de los Capadocios y alcanza su punto culminante a finales del siglo V con la “divina oscuridad” de Dionisio, conocido también como Pseudo-Dionisio. Su Teología Mística influyó grandemente en la tradición mística apofática, desde Eckart y Taulero, pasando por San Juan de la Cruz hasta nuestros días.

La tradición que arranca de Dionisio le dice al místico incipiente que “deje de pensar”. Insiste en que Dios no es esto ni aquello y le apremia a que abandone todas las cosas bajo una nube de olvido para entrar en el misterio silencioso de Dios. Sin embargo, es preciso destacar y tener bien en cuenta que mientras que la teología negativa o apofática es una parte preciosa de la tradición cristiana, sería un enorme y trágico error que cegados y fascinados por la negación, pasáramos por alto la teología de la afirmación, también conocida con el nombre de Teología Catafática. Los grandes capadocios no cometieron este error. Fueron sobre todo teólogos de la Santísima Trinidad.


Gregorio de Nisa en su Vida de Moisés dice que debemos tomar ejemplo de este gran hebreo que ascendiendo a la oscuridad entra en el misterio de Cristo y Dios le habla cara a cara como si lo hiciera a un amigo. Es verdad que Dios es el gran desconocido pero sin embargo alzamos nuestras voces para decir “Padre Nuestro”. De esta manera valiosísima, los capadocios y la tradición mística que fluye de ellos, integran lo apofático con lo catafático en una única experiencia paradójica. Porque la gran paradoja de toda teología, pero sobre todo de la teología mística, es que conocemos a Dios pero no le conocemos. La paradoja consiste en que, por ejemplo, mientras que la teología mística desde Gregorio de Nisa hasta Juan de la Cruz, nos hablan de oscuridad, llegamos a percibir que esa oscuridad es luz. Tratan con Dios como un amigo, pero no conocen su esencia., su esencia permanece inaccesible.

Santo Tomás de Aquino luego nos dirá que aunque no conocemos a Dios a través de la razón, sí le podemos conocer a través del amor y hasta podemos llegar a esa misma esencia de Dios, (si nos fuera dado por la gracia), a través del amor.

El autor de la Nube del No Saber, más tarde nos dirá magistralmente: “:..Yo habré de abandonar todo aquello que puedo pensar y elegiré para amar todo aquello que no puedo pensar. El puede ser atrapado y mantenido por el amor, pero no por el pensamiento”. Es el mismo lenguaje que utilizará luego Juan de la Cruz.

Actividad: Investigar acerca de los Padres Capadocios. Una breve síntesis como aporte sería bienvenida. Obtendrán mucho material en el link Biblioteca de este mismo blog.

 Nota: Podés también mándarme tus respuestas, comentarios, respuestas o ideas a este correo: subetopasso@gmail.com. Yo las copiaré y pegaré aquí.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Introducción: Hacia la "Sabiduría secreta"


Todos los Domingos estaré publicando una entrada relativa al tema del título. Los invito a todos mis seguidores a participar y le doy la bienvenida a todos aquéllos que quieran compartir conmigo estos intercambios. 
Hoy estoy publicando una especie de introducción que seguirá en los próximos encuentros y que tiene que ver con autores que recomiendo para estos temas.

William Johnston: Acerca de la mística. 

William Johnston, nacido en Belfast, 1925, es uno de mis autores favoritos, y cuyos libros he leido con placer y provecho. Este sacerdote jesuita, estudió en Liverpool y en la Universidad Nacional de Irlanda, luego se unió a la Orden de los jesuitas y en 1951 se trasladó a Japón, lugar donde ha residido desde entonces. Es doctor en teología mística por la universidad de Sofía, Tokio, y ha realizado además estudios específicos sobre budismo, participando activamente en el diálogo entre el budismo Zen y el cristianismo.

Entre sus libros, los que tengo a mano ahora mismo, destaca "Enamorarse de Dios".Práctica de la oración cristiana, publicado por Herder,1998. También una trilogía acerca de la mística, cuyos títulos son: "La música callada", "El ojo interior del amor", y "El ciervo vulnerado". Además, "Cartas a contemplativos", su "Teología mística. La ciencia del amor", y más recientemente "Mística para una nueva era. De la teología dogmática a la conversión del corazón", publicado por DEsclée de Brouwer, 2003.

Este autor, en sus libros, cita abundantemente a Thomas Merton.

Preguntas:

¿Qué entiendes tú por mística?

¿Cómo influye la oración de silencio en nuestro itinerario espiritual? 

viernes, 6 de septiembre de 2013

ALIMENTO PARA EL ALMA

EN ESTE MUNDO DE PLASTICO Y DE RUIDO QUIERO SER DE BARRO Y DE SILENCIO.

LA ORACION INTERIOR ES EL ACTO MAS PLENO Y PROFUNDO DE LA RELACION CON LA TRINIDAD EN NUESTRO CORAZON.

NO TENGAMOS MIEDO DE SER HUMANOS.

¡¡¡QUE SE ALCE FUERTE EN TODO EL MUNDO EL GRITO POR LA PAZ!!! (P. F.)



miércoles, 4 de septiembre de 2013

ORACION POR LA PAZ EN EL MUNDO


Señor Jesús, tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre
 que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
y el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros
hasta el fin de los tiempos. Amén.
Paz

Autor: Padre Ignacio Larrañaga