miércoles, 5 de mayo de 2010

¿QUE ES SER SACERDOTE?



UN TESTIMONIO

"Ante todo, quiero decir que soy sacerdote de buen grado. Siento que las tareas sacerdotales son maravillosas: celebrar la eucaristía, la fiesta de la vida en el bautismo, consolar a los tristes, animar y liberar del pecado a los que se sienten culpables, acompañar el camino espiritual de los hombres, anunciar la palabra de Dios y llevarla a la vida concreta. Sin embargo, ser sacerdote significa para mí mucho más que realizar estas tareas. Por una parte, ser sacerdote es mi modo de ser hombre. He sido tocado por Dios, señalada, hablado directamente y enviado a los hombres. Tengo una vocación para los demás, una misión que Dios me ha confiado para el bien de los hombres. Por otra parte, he sido ordenado sacerdote; bendecido por Dios, sacado por El de la exterioridad de este mundo y ofrecido a la casa de Dios, para que yo mismo sea salvado y haga participar a los hombres de la santidad que salva su alma.

Es verdad que a veces me resulta doloroso y difícil estar soltero, pero puedo decir que soy feliz con mi celibato sacerdotal. El celibato me desafía a diario a continuar mi camino espiritual, a confiarme por entero a Dios y a experimentar que El es mi hogar verdadero. Mi celibato me mantiene disponible para los demás. Aunque puedo imaginarme sin dificultad que en el futuro habrá sacerdotes casados y sacerdotisas, logro aceptar agradecido mi celibato como una posibilidad para mi búsqueda espiritual.

Cuando me preguntan por lo específico del sacerdocio ministerial con respecto al sacerdocio común de los creyentes, siento que esta cuestión no me interesa en absoluto. No quiero ser definido en contra de nadie, sino partiendo del misterio del ser sacerdote, tal como se me muestra en el misterio de Cristo, el verdadero Sacerdote. Ser sacerdote supone para mí configurarme con Cristo cada vez más, que se entregó por nosotros, que sanó, animó, consoló, motivó y se hizo visible a los hombres. Jesucristo es el sacerdote que nos lleva a Dios. Lo más fascinante y plenificante de mi labor sacerdotal consiste en participar de la tarea de abrir a los hombres los ojos hacia Dios, hacer que El toque su corazón y que experimenten su cercanía amorosa y salvífica". Anselm Grün.

4 comentarios :

  1. Hola, Susana.

    Un saludo desde este bello y hermoso paisito que me parió: El Salvador, jeje...

    Me detuve a leer parte del "Testimonio" y me llamó la atención este par de ideas: "Aunque puedo imaginarme sin dificultad que en el futuro habrá sacerdotes casados y sacerdotisas"...
    No pretendo ponerme a discutir sobre las ideas del padre Anselm, ¿quién soy yo?, pero se me ocurre que en estos tiempos de tanto pensamiento "relativista" que ha invadido los más distintos ambientes de nuestra vida social, decir esto es un poco como decirle al no creyente (y más preocupante aún al "católico light"): mirá, no te preocupés, en unos días la Iglesia se va a poner en sintonía con el mundo y va a permitir padres casados, mujeres sacerdotas... y de ahí adelante, quien sabe, la "Igle" se ponga más "In" y apruebe los divorcios, los casamientos gays, etc., etc.
    Pero bueno, espero que ese futuro al que se refiere padre Anselm sea misteriosamente mejor en santidad.

    Paz y bien.

    Selín

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  2. Hola Selín querido! Sí, es verdad que hay que evitar caer en el relativismo. No creo, es más estoy convencida de que el Padre Anselm Grün no lo ha dicho en ese sentido. Tal vez pasen centurias, milenios, no lo sabemos, pero sí sabemos que TODO CAMBIA y por qué no la Iglesia también y no seguir anclada en el medioevo en algunas cuestiones. Ese es nuestro sentir. Con todo respeto.
    No dejes de comentar porque todos nos enriquecemos!!!
    Besos

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  3. Chicos, a mi también me sonó raro esto venido de un sacerdote mayor ( si es el que se ve en el video) . Tengo un sacerdote amigo, 45años que descubrió a Dios a los 16 y se ordenó a los 32 años. Un día me dijo "Graciela , estoy enamorado de Dios" pero, en un viaje al norte conoce a una mamá soltera con una niña. ¡Que prueba le estaba permitiendo Dios!. En su conversación me cuenta que a pesar que no tuvo sentimiento humano por la mamá tomó conciencia que nunca iba a ser padre biológico. Eso le hizo reforzar mucho más su vocación de ser padre espiritual del grupo juvenil al que acompañaba. Además si los sacerdotes se casaran los cristianos debiéramos aportar el diezmo para que puedan mantener a sus familias. O, pagarles las consultas cuando a cualquier hora vamos a buscarlos porque estamos mal. Creo que el sacerdocio es una disponibilidad total a Dios que no puede ser compartida con una familia sin lesionar la relación con las personas que los necesitan. De todos modos, hay que concientizarnos de la exisatencia del diácono casado. ¿Por que no llegar a esa instancia si sienten también la vocación al matrimonio? Graciela

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  4. Graciela, amiga querida, gracias por tu maravilloso comentario! En mi discernimiento no pude ver con claridad todas las cosas que vos me transmitís, de manera que me ha servido tanto!!!!

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