sábado, 11 de septiembre de 2010

LA ORACION CONTEMPLATIVA Y LA CURACION DE NUESTRAS HERIDAS

Del libro Mente abierta corazón abierto del P. Thomas Keating

La oración contemplativa fomenta la curación de nuestras heridas. Si continúas fielmente con la práctica de la oración contemplativa, estas heridas síquicas sanarán sin volverte a traumatizar. Cuando la descarga del inconciente comienza en serio, muchos sienten como que están dando marcha atrás, que este tipo de oración es imposible para ellos, porque todo lo que experimentan cuando empiezan a orar es una serie interminable de distracciones. Recuerda que la oración contemplativa no es una oración en la que interviene la mente, sino que es tu voluntad consintiendo a la presencia de Dios en un acto de fe pura. A consecuencia de dicho proceso, con el tiempo te irá invadiendo una sensación de bienestar y liberación interior. Aquéllos mismos pensamientos de los cuales te lamentas mientras estás en oración, son precisamente los que están liberando tu siquis del daño que se ha acumulado durante toda tu vida. REQUIERE MUCHO VALOR ENFRENTARSE CON EL PROCESO DE AUTOCONOCIMIENTO.

La capacidad de aceptar todo lo que se deslice por la corriente del conciente es una parte esencial de la disciplina de esta oración. Ofrécele a Dios tu impotencia y espera pacientemente en Su presencia. Puede suceder también que se presenten dificultades externas en tu vida que estén directamente conectadas con tu crecimiento espiritual. Son otro medio que usa Dios para que llegues a conocer mejor a tu familia, a tus amistades, a tí mismo y a los demás.

En cuanto a las emociones perturbadoras que irán surgiendo, la mejor forma de dejarla ir es aceptándola y sintiéndola. Algunos dolores físicos producto de estas emociones penosas, tienden a disiparse cuando se les acepta plenamente. Esta re-estructuración del conciente es el producto de la práctica regular. Dicha práctica traerá consigo un cambio en la conciencia. Como consecuencia el suceso más importante que tiene lugar en esta etapa del camino es el aquietamiento del sistema afectivo. Te liberas de los altibajos de tus estados de ánimo, puesto que el "Falso Yo" en que se basaban finalmente ha sido desmantelado. Es entonces cuando las emociones pueden surgir en toda su pureza y sin alterarte.

Para poder poner esto en práctica, primero hay que reconocer la emoción e identificarse con ella,
diciendo: "Sí, estoy experimentando enojo, pánico, terror, no tengo paz". Todo sentimiento tiene su lado bueno. Si puedes abrazar un sentimiento negativo, como si fuera de Dios, te estás uniendo a El, pues la oración contemplativa es parte de un proceso completo de integración y curación , que requiere abrirse a Dios a nivel inconciente. Por consiguiente toda experiencia buena o mala deberá aceptarse con la misma paz, gratitud y confianza en Dios. Todo ello, indispensable para conpletar el proceso de transformación.

4 comentarios :

  1. Transcribo aquí el comentario de Raúl desde Ecuador.

    Querida Susy no pude INSERTAR mi comentario en tu página. TE hago un referencia al artículo LA ORACION CONTEMPLATIVA Y LA CURACION DE NUESTRAS HERIDAS
    “Justamente esta mañana luego de mi meditación, percibía (sin conocerlo) el sentir de este artículo y no sabía por donde ir. Fue como caído del cielo. Tenemos que cargar nuestra cruz y aceptar para y con Dios toda esa limpieza que nos entrega la Meditación Cristiana.”
    Bendiciones
    Raúl

    ResponderEliminar
  2. Gracias Raúl. Me alegro que el Espíritu de Dios nos guíe. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Susana.
    Si una vez es aceptada la cruz, es cuando estamos vivos, cuando El vive en nosotros y nosotros en El.

    ResponderEliminar
  4. Amén Mary!!! Así es!!! Poder decir con San Pablo "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".

    ResponderEliminar