viernes, 1 de noviembre de 2013

PUNTOS DE SOMBRA EN LA INVASION MISTICA

Una invasión de mística fácil, vulgarizada y a bajo costo a la que estamos asistiendo, tiene puntos de sombra que es necesario descubrir tanto con amor como con rigor. Uno percibe una distancia entre tales movimientos y la historia fundante del cristianismo, una utilización de ella sólo en la medida en que ofrece ejemplos de tal experiencia mística, una distancia de la Biblia como totalidad con silencio sobre algunos de sus autores, páginas y motivos esenciales.
 
Es necesario que nos hagamos estas preguntas frente a la avalancha de propuestas místicas que dicen estar "dentro del cristianismo": ¿Qué atención prestan y cómo integran en el proceso espiritual muchos de esos libros, los testimonios de fracasos y de dramas existenciales tales como se nos describen en Job, Eclesiastés, Jonás, Jeremías, el Segundo Isaías? ¿Cómo integran el fracaso histórico de Cristo con su final en la crucifixión (tema que nunca tocan), la historia personal de Pablo en quien se da una pasión por el Cristo crucificado, un amor profundo y un vivir desde El, en medio de naufragios, palizas, enfermedades y rechazo de sus propias comunidades? A esto se añade el recelo de estos grupos, latente unas veces y explícito otras, con respecto a la Iglesia real, a su historia y personas concretas, contraponiendo la vitalidad de la experiencia originante con la pobreza y debilidad de la actual Iglesia institución. Y, frunciendo el ceño ante el dogma, muchas veces dejan entender que mística e Iglesia jerárquica en el fondo son difícilmente conjugables y que los grandes místicos existieron en la Iglesia luchando contra ella y fueron lo que fueron a pesar de ella.
 
 

En muchos de estos grupos el individuo queda casi como un absolulto cara a cara con el Absoluto verdadero, sin prójimo, sin fraternidad, sin comunidad aunque pretenden afirmar todo lo contrario.

La mediación histórica de Dios en la carne, muerte y resurrección de Cristo, queda en un "discreto" silencio en dichos grupos. La realización concreta de la vida cristiana por sus mediaciones comunitarias, sacramentales e institucionales también pierde su peso. La misión (que se realiza por el contagio y testimonio pero también por la palabra que ofrece un Evangelio y por la invitación expresa a la fe y conversión), en esos grupos, queda frenada en su dinamismo. Proponen una transmisión de la fe que es sólo el testimonio de una apertura al Absoluto común a todos los seres humanos y presente en el corazón de cada uno. Nos invitan a adentrarnos en ese Absoluto que es a la vez de naturaleza estética (Belleza), ética (Bien), religiosa (Misterio) como si esos elementos comunes fueran los únicos granos que los cristianos pudiéramos aportar al granero humano. Dejan en un poderoso silencio el anuncio positivo del Evangelio cuyo centro y criterio son la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo como revelación y autodonación de Dios y por otra parte, al misterio del Dios Trinitario no llegan o lo ponen entre paréntesis.

Los cristianos existimos como tales en Cristo, "que nos ha sido dado por Dios como sabiduría, justicia,  justificación y redención (1 Cor, 1.30). El cristianismo es religión de ilustración y de revelación, de libertad y de conversión. Esta no se puede nunca jamás forzar pero no podemos ocultar que no es el resultado de una evidencia racional que la haga necesaria sino que reclama una decisión y un salto sobre nosotros mismos para poder adherirnos a Cristo. La gracia perfecciona la naturaleza en la medida en que la afirma y la purifica, la eleva sobre sí misma y la arranca de la ley de la gravedad propia de la materia, y de la ley del instinto propia del animal para hacerla orientarse por la LEY DEL ESPIRITU. La nueva creación es una vida a la que precede una muerte o una muerte que desemboca en una vida.

Se presenta el hecho cristiano en sus puntos comunes con otras religiones, sin atreverse a poner delante el escándalo de la Cruz, que tiene su lógica propia frente a la lógica de la sabiduría de este mundo, que no es fruto de una necesidad metafísica, moral o jurídica, sino resultado de una Libertad y de un Amor que son irreductibles y se nos dan en asombrosa gratuidad. 

Los cristianos anunciamos el Amor eterno con el que Dios nos ha amado, con el que se nos ha revelado en la historia y se nos da a cada hombre por la doble misión de su Hijo y del Espíritu. Por todo esto no es extraño que muchos que hacen la propuesta de ese cristianismo místico, a la vez difuminen la significación salvífica universal de Cristo y se adhieran a un pluralismo religioso que deja que cada hombre considere como su camino de salvación aquél en el que la naturaleza le ha puesto, sin abrirle a otros horizontes de historia, en concreto de la historia que Dios ha hecho con nosotros para otorgar a todos los seres humanos ya una vida nueva (la eterna) y una esperanza eterna (su propia vida).

Los invito queridos amigos a leer una y otra vez este texto y reflexionar en intimidad con Dios y en silencio acerca de su mensaje. 

8 comentarios :

  1. Me parece muy interesante este texto. Es para reflexionar.

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  2. Gracias Anónimo. Fíjate que cuando menos informados estamos, más nos compramos cosas que parecen inofensivas, pero no lo son. Son sutiles y astutos los falsos profetas. Beso grande.

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  3. Gracias amiga por tu valiosímo aporte.

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  4. ES UN MENSAJE MUY NECESARIO PARA MEDITAR Y TENER BIEN CLARO. ESTOY TAMBIEN LEYENDO LOS DRAMAS Y FRACASOS DE JOB, ECLESIASTES. JONAS JEREMIAS ETC. DE LA SINTESIS BIBLICA SACANDO SOLO LOS TESTIMONIOS EN BREVE RESUMEN PARA VER LA INTEGRACION. Teresita Ghiggeri

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  5. Te quiero. Estoy leyendo tu blog sobre mistica. Tengo que releerlo. Gracias por lo que nos das. Clara Elisa Aburbe.

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