domingo, 27 de diciembre de 2009

THOMAS MERTON




"Las directrices para la meditación desde el siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XX tendieron a ser excesivamente detalladas. A menudo el contenido bíblico era insuficiente y la meditación estaba poco ligada a la liturgia. Sin embargo, la renovación religiosa desde el Vaticano II ha traído un nuevo aprecio por la meditación y la contemplación…
Ya no podemos seguir viendo la meditación y la contemplación como experiencias esotéricas y elitistas. Nadie ha hecho más que el monje trapense Thomas Merton para liberar la meditación y especialmente la contemplación de ese elitismo. Merton hizo mucho para recuperar la tradición contemplativa sin caer en la trampa de trivializar la contemplación. Merton se preguntaba: ¿Qué significa la vida contemplativa o la vida de oración, soledad, silencio y meditación para el hombre de la era atómica? Este monje trapense, cuyas obras han sido mas leídas que las de cualquier otro monje de la historia, redescubrió a los cristianos su herencia de meditación y contemplación, y mostró con su vida que la meditación y la contemplación llevan inevitablemente a un ministerio de justicia y paz.
Durante el tiempo posterior al Vaticano II, se ha propagado también el interés por técnicas meditativas como la meditación trascendental. Aun cuando tales técnicas pueden tener beneficios terapéuticos y pueden ayudar al cristiano que busca el silencio y la oración, la meditación cristiana es más que una técnica. Es un acto de fe, un ejercicio religioso realizado como parte del seguimiento personal de Cristo. Su fundamento es la palabra de Dios y esta siempre abierto al don de la contemplación”.
“Espiritualidad cristiana. Temas de la tradición”.
Lawrence S. Cunningham y Keith J. Egan.
Sal Terrae.
Página 119/120.

No hay comentarios :

Publicar un comentario