sábado, 22 de octubre de 2011

LA MISERICORDIA EMPIEZA POR MI


A. Grün

Jesús es misericordioso con los pecadores. Los llama a que le sigan. Les cree capaces de entender su mensje antes que los justos.

Mt. 9,13 "Vayan y aprendan qué quiere decir "yo quiero misericordia, no sacrificios". Porque yo no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores".

Según este pasaje, ser misericordiosos consigo mismos significa que comamos con el pecador que hay dentro de nosotros, que le invitemos a sentarse a la mesa de nuestro corazón, que nos reconciliemos con el publicano y el pecador que hay en nosotros. Pues este pecador entiende mejor que el justo que llevamos dentro, de qué es capaz el amor de Dios. Y nuestro publicano avergonzará a nuestro justo y como Zaqueo dará a los pobres la mitad de sus bienes (cf. Lc. 19, 8).

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