jueves, 15 de diciembre de 2011

DIOS UNO Y TRINO ESE MISTERIO INFINITO


Thomas Merton

Conocer al Dios único como Creador del universo es una cosa. Conocer al Padre que envía al Hijo y se revela en el Hijo es otra cosa bien distinta. El primer conocimiento es un conocimiento "sobre" Dios, el segundo es un ingreso al infinito misterio del mismísimo Dios. Podemos percibir verdaderamente algo del amor de Dios cuando lo conocemos como la fuente de nuestro ser. Pero aprendemos, y lo hacemos por experiencia, que Dios es amor -Deus Caritas est- cuando descubrimos que nos hemos identificado con el Hijo enviado por el Padre y que el Padre envía al Hijo desde nuestra interioridad, y que el Espíritu Santo nos enseña la identidad del Padre y del Hijo. Este Espíritu Divino que nos conduce a la unidad con la Palabra (Logos), nos ilumina en cuanto al amor infinito que aparece eternamente desde el Padre como desde un comienzo que no tiene comienzo.

Ahora comenzamos a discernir el significado pleno de las palabras de Jesús: "Yo vivo y también vosotros viviréis". ¿Qué es esta vida? Es la vida eterna, la vida mística en el conocimiento de "Tú, el único Dios verdadero y Jesucristo, a quien Tú has enviado". Mucho más, es el conocimiento prometido por Cristo a los Apóstoles en "aquél día" en que recibirán su Espíritu. "Aquél día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros"

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