sábado, 24 de mayo de 2025

... DE MARÍA VIRGEN

 María, Virgen y Madre - Apologetica Catolica

La primera y más fundamental afirmación del dogma católico sobre María es la maternidad divina.

El Hijo de Dios penetra en la historia naciendo de una mujer. María es la elegida para esta misión excepcional.

La maternidad de María fue sostenida permanentemente por la Tradición. Pero esta verdad exige una fundamentación y clarificación cada vez mayor. La confrontación con las corrientes filosóficas y religiosas de la época y la propia necesidad de los cristianos de poseer y penetrar con mayor profundidad el dato revelado, impulsan esta reflexión.

La escuela de Alejandría con San Cirilo a la cabeza reacciona contra la escuela de Antioquía (que afirmaba que Cristo tenía no sólo dos naturalezas sino dos personas: la humana y la divina). El Concilio de Éfeso, tercer concilio ecuménico, realizado en el año 431, confirma la posición de la escuela de Alejandría: La doctrina conciliar afirma que es uno y el mismo el que es engendrado por el Padre desde la eternidad y el nacido de María como hombre. Por eso se puede y se debe afirmar que María es Madre de Dios. (THEOTOKOS).

 LA THEO-TÓKOS. SANTA MARÍA MADRE DE DIOS – La Belleza de los Iconos

En Cristo existe un sólo centro personal: el divino. No está dividido en la coexistencia de una persona divina y otra humana. Pero tiene dos naturalezas: humana y divina, con todas sus virtualidades y por eso es verdaderamente Dios hecho hombre y un hombre hecho Dios.

Pocos años más tarde, en el 451, el Concilio de Calcedonia reafirma la misma doctrina.

María, afirma la doctrina conciliar, es verdadera madre de la naturaleza humana de Cristo, pero como ésta subsiste en la persona divina del Verbo, es verdadera Madre de Dios.

El Hijo del Padre y el Hijo de María no son dos hijos sino un sólo y único Hijo. María no es ni puede ser madre de la naturaleza divina. Pero por generación humana es realmente madre de un hijo que es Dios. No porque sea madre de un hombre que se une a Dios, sino porque su hijo desde el instante de su concepción es personalmente Dios. Que María no entregue a su hijo la naturaleza ni la personalidad divina no oscurece en nada la profundidad y realidad de su maternidad. Ninguna madre confiere a su hijo el alma y, sin embargo, es realmente madre, no sólo del cuerpo que genera, sino de toda la persona. De manera semejante, María no es solamente madre del cuerpo de Jesús sino que es Madre del Hijo de Dios. El Verbo, al nacer de María, entró en nuestra historia asumiendo una naturaleza de hombre. Debía ser mediador perfecto, uniendo en sí las dos partes que debían ser reconciliadas. En la naturaleza íntegra y perfecta de verdadero hombre, nació la segunda persona de la Santísima Trinidad, Dios Hijo, Dios verdadero.

 ICONO- LA TRINIDAD. DIOS, PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO.

María es el lugar histórico en el que Dios se hace carne para habitar entre nosotros. María es su verdadera madre tanto en el aspecto biológico como en el psicológico. Cristo es gestado en su seno, dado a luz, alimentado y cuidado. Como toda criatura es total dependencia de su madre. Crece por ella, de quien aprende los primeros pasos, las primeras palabras, los modos de relación con los demás, las oraciones de su pueblo. De la mano de María se incorpora cada vez más a la humanidad en un lento aprendizaje. "Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres". (Lc 2, 52).

Ícono de Jesús adolescente perdido y... ¡encontrado en el templo! Aluminio  cepillado - Etsy México

Así como la primera mujer (Eva), contribuyó a la muerte, el Padre de las Misericordias quiso que la Madre predestinada (María), contribuyera a la vida. (Concilio Vaticano II LG 56) .María por su consentimiento en la Anunciación, se torna en primer miembro del cuerpo de Cristo (Iglesia), y recibe la función única dentro de él: la función maternal. En forma de maternidad acogió al Redentor y aceptó la redención. En ella comienza la "nueva creación", se inicia el tiempo nuevo de la salvación. Del consentimiento de María, de su "Sí", de su "Hágase", dependió nuestra salvación. 

La maternidad es pura gracia de Dios y a la vez acto personalísimo de María. Es un don y una tarea. Le significa un inmenso despliegue de fe. 

María” La nueva “Eva”. - ppt video online descargar

... Continúa en el próximo post ...

jueves, 22 de mayo de 2025

...NACIÓ ...

Después de permanecer tres meses acompañando a Isabel, María regresa a Nazaret y continúa el tiempo de la espera maternal. "En estos nueve meses, la Madre, viviendo una identificación simbiótica y una intimidad identificante con aquél que iba germinando silenciosamente dentro de ella ... , debió experimentar algo único, que jamás se repetirá. Como sabemos, entre la gestante y la criatura de su seno, se da el fenómeno de la simbiosis. Significa que dos vidas constituyen una sola vida. La criatura respira por la madre y de la madre.  Se alimenta de la madre y por la madre, a través del cordón umbilical. En una palabra, dos personas con una vida, o una vida en dos personas".

 Virgen embarazada, Marcos Gama - Artelista

Esta realidad de una maternidad hondamente experimentada es elevada aún más porque el hijo esperado es el propio Mesías. María siente como nadie la identificación total con Cristo. Con mayor fuerza que San Pablo podría reclamar: "Vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí". (Gal 2, 20).

Y llega la hora del nacimiento de Jesús. Nuevamente es San Lucas quien relata estos acontecimientos. Se preocupa en subrayar la realidad histórica de los mismos y menciona circunstancias concretas: el edicto de César Augusto, cuando Cirino es gobernador de Siria; se trata de un primer empadronamiento ... José y María deben partir hacia Belén para cumplir con la orden de empadronarse en la ciudad de origen. Se realiza así la profecía que anunciaba el nacimiento del Mesías en Belén, ciudad del Rey David (Miq 5, 1-3).

 Cómo fue el embarazo de la Virgen María?

María da a luz en la pobreza de un pesebre después de la búsqueda infructuosa de albergue. Un signo más de una de las dimensiones más profundas del misterio de la encarnación: Cristo, siendo de condición divina se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo y se hizo semejante a nosotros. (Fil 2, 6-11). María lo envuelve en pañales, lo ama y cuida con toda su ternura maternal. Vive momentos de profunda plenitud humana ante el misterio de una vida surgida de sus entrañas, y simultáneamente momentos de indescriptible unión con Dios, a quien adora en la fragilidad del Niño. Ha nacido el Mesías, eso es lo que llena su mente e invade su corazón. 

El mensajero de Dios lo anuncia a los pastores, quienes a toda prisa se dirigen al pesebre. Estos hombres sencillos y pobres son los primeros en recibir la Buena Noticia, que encuentra en ellos una acogida creyente y generosa. Alaban y glorifican a Dios, eco terreno a la alabanza de una multitud de ángeles que entonan un cántico de glorificación a Dios y desean la paz a los hombres en quienes Él se complace. Estos hechos excepcionales realzan el significado del acontecimiento central en la Historia Humana.

 222 resultados de imágenes, fotos de stock e ilustraciones libres de  regalías para Angel announcing jesus birth | Shutterstock

En el Niño se realizan las promesas de Dios a su pueblo y a toda la humanidad. Las genealogías de Jesús  poseen ese significado (Mt 1, 1-17; Lc 3, 23-38). No buscan una exactitud histórica, sino que señalan su pertenencia a nuestra raza. Cristo -en la perspectiva de Mateo- por medio de su padre legal, José, hereda las promesas hechas a Abraham, a David, al Pueblo de Israel. Pertenece a la historia de este pueblo escogido y es la culminación de la misma. Esto es típico del mundo oriental, donde la comunidad de destino toma forma concreta en la pertenencia al tronco de una misma familia. De allí la importancia concedida al árbol genealógico. En Israel tiene, además, un significado religioso: las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. Pertenecer a su raza es estar ligado a esas promesas.

La perspectiva de Lucas es más universal. Partiendo de Cristo, y más allá de Abraham y de la historia del pueblo escogido, traspasa los siglos hasta llegar a Adán. Vincula así a Cristo con toda la humanidad en su larga historia de esperanza.

El relato de la Adoración de los Magos acentúa esta universalidad de la salvación (Mt 2, 1-12).  El salvador de todos los pueblos es reconocido y adorado por hombres paganos. No pertenecen al pueblo de las promesas y, sin embargo, reciben el anuncio de la Buena Nueva.

 Adoración de los magos - Andrea Mantegna - Historia Arte (HA!)

María es testigo de la fe de los pastores y de los magos. Es ella quien les muestra al niño recién nacido. El gozo por el comienzo de la salvación, la admiración ante los caminos de Dios, la gratitud por la misericordia derramada para toda la humanidad, tantos sentimientos semejantes habrán invadido a María en la noche de la Natividad del Señor.

Dios pronto le mostrará nuevamente sus deseos, con ocasión de la presentación de Jesús en el Templo (Lc 2, 22-38). La Ley prescribía que todo primogénito debía ser consagrado al Señor y, además, que toda madre debía cumplir con el rito de la purificación (Ex 13, 11-16; Lev 12, 6-8). María y José acatan fielmente estas prescripciones impulsados por un profundo espíritu de entrega a Dios. Más allá del significado ordinario del rito, los anima una real voluntad de oblación. María es la Virgen Oferente, la que consagra al Padre todo su ser y su Hijo, a quien ama más que a su propia vida. (Ver Marialis Cultus 20).

 La Presentación del Niño Jesús y la Purificación de la ...