miércoles, 30 de julio de 2014

ESCUCHA...Reflexiones de las Buenas Nuevas Martes de la 17° Semana del Tiempo Ordinario Julio 29, 2014 En Memoria de Sta. Marta

Las hermanas Marta y María tuvieron dos formas diferentes de buscar la ayuda de Jesús. Marta era activa: le dijo a Jesús exactamente lo que quería de Él, qué mala situación debería ser corregida y quién debería ser sanado. Y María era contemplativa: ella escuchaba en silencio.
 
En una de las opciones para la lectura del Evangelio de hoy (Juan 11, 19-27), Jesús llega después que Lázaro había fallecido. Marta corre hacia Jesús para decirle en términos claros, que la vida de su hermano podría haberse salvado solamente si Él hubiera llegado antes. María, no obstante, se queda en la casa.
En la otra opción de la lectura del Evangelio de hoy (Lucas 10, 38-42), Marta es una buena anfitriona. Se preocupa de todo con amabilidad, un regalo para Jesús, mientras María se sienta a Sus pies para aprender de Él. Marta la hacendosa le dice que necesita ayuda y que María no está haciendo la parte que le corresponde.
Hablar con Dios sobre las injusticias, contarle nuestras necesidades, y pedirle Su ayuda es correcto y bueno. Pero cuando el pedido llega con la indirecta de que Dios no comprende la situación, estamos siendo ansiosos como Marta. Cuando pensamos que Dios se retrasa, no estamos confiando en Él.
Cuando oramos repetida y persistentemente en un creciente estado de preocupación, es tiempo de quedarse quieto y escuchar, como la tranquila María.

Fíjate en lo que Marta hizo después de hacer sus reclamos. Ella también escuchó. Y luego se dio cuenta que Jesús entendía más de la situación que ella.
Durante las oraciones de intercesión de la Misa, cuando decimos "Señor escucha nuestra oración", o "Escúchanos, Señor", me siento como si le dijera a Dios que escuche, como si Él no estuviera escuchando. En realidad, Él está tratando que yo escuche. 
 
Nunca deja de escuchar y preocuparse. Él conoce nuestras necesidades mucho antes de que comencemos a pedir. Necesitamos recordar que "Señor, escucha nuestra oración" realmente significa "Señor, recibe este regalo de oración. Gracias por escucharnos. Ayúdanos a escuchar Tu respuesta."
La ansiedad y la preocupación nos conducen a:
Dios aún no está convencido, por lo tanto debo seguir rogando, y si no actúa suficientemente rápido, epa, demasiado tarde, Lázaro murió." Observa la confianza que Jesús trataba de inculcar en Marta cuando llegó cuatro días tarde. Fíjate en la manera amorosa con que manejó su ansiedad, y míralo cómo te trata a ti de la misma manera.
¡Dios nunca llega tarde! Sus tiempos siempre son perfectos. Sus respuestas a nuestras oraciones son siempre qué y cuándo es mejor y más amoroso. Para calmarse y descansar en esta verdad, debemos quedarnos quietos y escuchar en clara conciencia de la bondad de Dios.

Silencio....... Quédate quieto........Escucha.......... ¡Él está aquí!...............

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