Una amiga de Ecuador me envió en el día de mi cumpleaños, este texto que les comparto.
Eres hijo de Dios
Cuando
miras en el espejo, ¿qué ves? Cuando profundizamos en la Palabra de
Dios y la usamos como un espejo, tenemos dos visiones superpuestas.
Vemos la imagen de la persona santa que Dios creó para que fuéramos, y
vemos el comportamiento no santo contrastante. Usemos la primera lectura
para organizarlas:
* Rápido para oír -
¿Prestamos atención a Dios cada momento del día? ¿Qué pasa si nos dice
algo que no nos gusta? ¿Qué pasa si habla a través de una persona que no
nos gusta? ¿Qué pasa si estamos ocupados pensando en alguien MÁS que
necesita oír esto?
* Lento para hablar - ¿Nos detenemos para orar y discernir el momento correcto para abrir nuestras bocas?
* Lento para el enojo - ¿Tu ira está justificada o es auto-defensiva y reaccionaria?
* Deja de lado toda suciedad
- ¿Asumimos que nuestros malos hábitos no están afectando nuestras
almas eternas? ¿Vemos cosas inmorales en televisión con la excusa de que
como no las imitamos a Dios no le importa?
* Deja de lado el exceso nocivo - ¿Pagamos autos y casas caros y otros excesos mientras ignoramos las necesidades del pobre?
Mira todos los versículos de esta manera. Oh, pero preferimos ver
árboles caminando (como en la lectura del Evangelio de hoy), no queremos
mirar muy detenidamente porque tememos ser tan desagradables
espiritualmente que no podamos ser perdonados, o porque tenemos miedo de
ser tan buenos pecando que no queramos cambiar.
Bueno,
¡adivina qué! Jesús nos asegura que aún somos amados y atesorados. Nos
da el deseo de cambiar y las herramientas para hacer los cambios (uno a
la vez, delicadamente). Él admira la persona santa en el espejo - en
lugar de simplemente enfocarse en nuestros pecados - y afirma que estos
somos nosotros realmente.
¿Por qué Jesús tomó la mano del hombre ciego y lo condujo fuera del
pueblo? Jesús generalmente sanaba a las personas completamente en un
solo intento, pero esta vez se necesitaba más tiempo. ¿Por qué? Sospecho
que el hombre no creía que él fuera valioso para ser sanado. Jesús
debía apartarlo de la gente que pensaba que su ceguera era un castigo, y
así poder confirmarle su bondad.
Jesús está haciendo lo mismo por ti. Está inclinando su cabeza cerca de
la tuya y confirmándote que eres una persona hermosa debajo de lo
desagradable del pecado. Con su dulce ayuda, la verdad te hará libre
para que seas quien realmente eres como santo hijo de Dios.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Sexta semana del Tiempo Ordinario
Lecturas del día:
Santiago 1, 19-27
Salmo 15, 2-5 (con 1b)
Marcos 8, 22-26
LAS BENDICIONES
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale
la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga,
hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida,
Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Sara, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)