viernes, 27 de abril de 2012

TENGO QUE HABLAR CON DIOS


Queridos amigos:

Este es otro trabajo mìo para el Taller Literario. La consigna aparece en negrita.


Tengo que hablar con Dios pero desde el lenguaje universal del silencio. Ese silencio profundo que me permite escucharlo claramente cuando habla en todas las lenguas, a todas las razas y a cada cultura. Tengo que hablar con Dios pero no para reprocharle cosas de las que solamente los seres humanos somos responsables. En la quietud, en la apertura, en la docilidad, en la entrega, puedo entender su Palabra màs que cuando hablo cansadoramente de mis necesidades o me quejo de lo mal que va el mundo.

Aprendì a escucharlo màs que a hablarle con palabras ruidosas y desordenadas. En esa escucha le permito hablar a mi corazòn y el mensaje surge espontàneo lleno de gratitud y admiraciòn por su belleza, por su grandeza, por su misericordia, por poner todo a mis pies para que lo contemple y lo disfrute por haberme hecho libre como El para optar por el bien en cada desafìo que la vida me presenta.

En esa expansiòn de mi conciencia abarco el concepto de Dios no sòlo con la mente, sino con todo mi ser y asì entiendo por què una jovencita que perdiò un brazo en un accidente pudo decir "Gracias buen Dios porque tù transformaste este dolor en una oportunidad para que yo pueda ahora abrazar a màs gente de la que abrazaba cuando tenìa ambos brazos". Y es por allì por donde va la frase tan repetida pero tan poco comprendida: "Dios escribe derecho en renglones torcidos".

En el diàlogo silencioso que mantengo con Dios todos los dìas, me dejo amar y amo, me dejo abrazar y abrazo experimentando que desde allì se me hace muy fàcil abrazar a otros y amarlos sin esfuerzo, sin lucha estèril, sin màscaras o fachadas. Puedo ser yo misma, verdaderamente libre como El.

En el silencio es El quien me dice: "Sòlo el que sabe escuchar podrà hablar conmigo apropiadamente". "Sòlo el que ha vaciado su corazòn de sì mismo, puede dejarse llenar de Mi Fuente inagotable de la que podrà beber incesantemente".

jueves, 26 de abril de 2012

EL TIEMPO NO SE QUEDA QUIETO


Les comparto un trabajo mìo para el Taller Literario, basado en mi experiencia personal de visita al Bosque en vacaciones.


El bosque estaba allì, imponente, escondido dentro de una ciudad bulliciosa y por momentos insoportable.

Fue como entrar a otro mundo: hùmedo, fresco, puro ... en el que los incontables tonos de verde se mezclaban en una especie de lucha furiosa con los rayos de luz solar que pretendìan escabullirse por entre los àrboles para llegar al suelo. Rara vez lo lograban. El bosque siempre salìa triunfante pues la lucha entre la luz y la sombra era desigual.

La caminata contemplativa nos hizo entender màs profundamente por què la tupida alfombra rastrera se empeñaba en treparse a los àrboles abrazando los troncos de màs de 50 años y unos 20 metros de altura, hasta perderse llegando a la copa, en una desfachatada simbiosis de la naturaleza.

Entendimos que la vida siempre triunfa sobre la muerte, que nada puede detener la fuerza y energìa vital de las cosas, de las almas, de los seres en su camino a las alturas desconocidas y misteriosas del cielo, pues el tiempo no se queda quieto.

El bosque resultò un maestro espiritual ùnico: bello, saludable, pròspero, solidario. Acunado en brazos del viento, se dejaba mecer entonando su canciòn de cuna despidiendo la tarde. Asì es la vida, tu vida, mi vida: una invitaciòn constante a la opciòn de construir aunque algunos destruyan, tal vez porque no entendieron, o quizàs porque no han visitado el bosque para mirarlo con los ojos del corazòn.

miércoles, 18 de abril de 2012

CON AMOR

Queridos amigos en Cristo. Me encuentro en un cyber cafè por carecer aùn del servicio telefònico en mi casa y por tanto carecer tambièn de Internet. Espero puedan disfrutar del blog en sus entradas antiguas y seguir apoyàndome como lo hacen con vuestros hermosìsimos comentarios. Gracias a todos por vuestras oraciones. Yo tambièn los guardo en ellas y en mi corazòn.