domingo, 23 de agosto de 2020

EL ANACORETA REFLEXIONA SOBRE LA FE

El Anacoreta y su discípulo se sentaron bajo la palmera desgranando judías secas…El discípulo preguntó:
– Maestro. He observado que viene gente a hablar contigo que llegan llenos de Fe y parten llenos de dudas. Por el contrario los que vienen dudando se van contentos y felices.
Sonrió el Solitario, y mirando al discípulo le dijo:
– No es Fe todo lo que parece…Desgraciadamente la confundimos con la adhesión ideológica. Pensamos que creer es adherirse a una doctrina y defenderla a toda costa…
Desgranó unas cuantas judias y luego siguió:
– Fe es escuchar la Palabra y hacerla vida…Demasiadas veces utilizamos la Palabra en nuestro provecho. Sacamos citas de aquí y de allí para justificar nuestra doctrina…Es dejar que esa Palabra penetre poco a poco en nosotros…Es un error creer que esa Palabra es inamovible. La Palabra se pronuncia cada día para cada uno de nosotros. Por eso hemos de tener "odres nuevos para meter ese vino nuevo"…
Guardó un silencio que al discípulo se le hizo eterno y añadió:
– La Fe es esa pequeña lucecita en la noche que nos permite avanzar…No nos da ninguna seguridad…pero nos permite avanzar. Y podemos sostenerla en nuestras manos porque nosotros nos hemos abandonado en las manos de Dios…
Lo miró sonriendo:
– Por eso algunos que creían tener Fe, descubren conmigo que estaban muy lejos de tenerla…Y otros que se creían en la negra noche ven, casi sin darse cuenta, que en sus manos hay una lámpara de barro…
Y siguieron desgranando las alubias tranquilamente…
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