domingo, 23 de junio de 2013

EXHORTACIONES PAPA FRANCISCO

 

 

1. “Los obispos y sacerdotes deben ser pastores y no lobos rapaces” 

 

El Papa solicitó durante una de sus misas diarias en la capilla de Santa Marta, su residencia en el Vaticano, que los fieles dediquen sus oraciones para que los curas y obispos no cedan a la avaricia del dinero y el poder, para que “sean pastores y no lobos rapaces“. “Cuando el obispo o el sacerdote se aprovechan del rebaño, cambian las tornas; ya no es que trabajan para el pueblo, sino que se aprovechan del pueblo”, advirtió a los religiosos y personal del Vaticano que le escuchaban. Añadió que entrar en el “carrerismo [competición] causa mucho daño a la Iglesia”. “Hacen el ridículo y, aunque se vanaglorian y se gustan sentirse poderosos, el pueblo no les ama. Por ello, rezad por nosotros, para que seamos humildes, mansos, al servicio del pueblo”, pidió.


2. Las monjas deben ser “madres espirituales y no solteronas” 

 

En una reunión con 800 religiosas a principios de mayo, Francisco habló sobre la castidad a la que están encomendadas. Aseguró “que amplía la libertad de la entrega a Dios y a los demás con la ternura, la misericordia y la cercanía a Cristo”. “Pero por favor, una castidad fecunda”, pidió. “Una castidad que genere hijos espirituales en la Iglesia. La consagrada es madre, tiene que ser madre y no solterona”. Consciente de la contundencia de sus palabras añadió: “Perdonadme si hablo así, pero es importante esta maternidad de la vida consagrada, esta fecundidad”. 

 

 3. “El dinero tiene que servir, no gobernar” 

 

“Hemos creado nuevos ídolos. La antigua veneración del becerro de oro ha tomado una nueva y desalmada forma en el culto al dinero y la dictadura de la economía, que no tiene rostro y carece de una verdadera meta humana”, ha criticado esta semana. Bergoglio, que se propuso ser “el papa de los pobres” al inicio de su pontificado, ha pedido a los embajadores con quienes se reunió el jueves que controlen la economía y protejan a los débiles. Asegura que “el dinero tiene que servir, no gobernar” y critica a los mercados financieros: “Se ha establecido una nueva, invisible y, en ocasiones, virtual tiranía, una que unilateralmente e irremediablemente impone sus propias leyes y reglas”.


 

 

4. “La Iglesia no es la niñera de los cristianos” 

 

A mediados de abril incidió en una idea que ha marcado repetidos discursos. Los fieles, opina, no deben esperar a que un sacerdote les diga lo que deben hacer. “Cuando hacemos esto, la Iglesia se convierte no en madre, sino en niñera, que cuida al niño para adormecerle. Tenemos que pensar en el bautismo y en nuestra responsabilidad de bautizados [para anunciar a Cristo]“.


5. “Hay cristianos de salón que no saben hacer hijos para la Iglesia” 

 

En la misma tónica, pidiendo mayor implicación en la práctica de la fe católica, esta semana ha criticado a los fieles que se fijan en las apariencias y formalidades: “Hay cristianos de salón, los educados, tan buenos, pero no saben hacer hijos para la Iglesia con el anuncio del Señor y con el fervor celo apostólico”. En su cuenta de Twitter redondeaba el mensaje con esta reflexión: “No podemos ser cristianos por instantes ["a tiempo parcial", formulaba en inglés]. Busquemos vivir nuestra fe en cada momento, cada día”.


6. Advertencia contra los cristianos “trepas” y “ladrones” 

 

En otra homilía emitida en Radio Vaticana el pasado abril planteó: “También en la comunidad cristiana hay de estos trepas, ¿no?, que buscan su propio beneficio y consciente o inconscientemente fingen entrar por la puerta pero son ladrones y sinvergüenzas”. “¿Por qué? Porque roban la gloria a Jesús y buscan la suya propia. Para ellos la religión es un negocio”, criticó. Con la misma idea, denunció más recientemente “el daño que ocasionan al pueblo de Dios los hombres y mujeres de la Iglesia que son carreristas, escaladores, que usan al pueblo, a la Iglesia, a los hermanos y a las hermanas -a quienes deberían servir- como trampolín para los intereses propios y las ambiciones personales”.


7. “¡Cuánto daño hace el bienestar!” 

 

Durante la canonización de la monja colombiana Laura Montoya y la mexicana madre Lupita, el Papa arremetió contra los excesos de una vida entregada al dinero. “Nos enseña a (…) vencer la indiferencia y el individualismo, que corroe a las comunidades cristianas y nuestro corazón, y nos enseña a acoger a todos sin prejuicios ni reticencias”, dijo sobre la primera santa colombiana. Sobre la madre Lupita subrayó su dedicación a los enfermos, “ante los que se arrodillaba para servirles”. En ese contexto comentó: “¡Cuánto daño hace la vida cómoda, cuánto daño hace el bienestar! El aburguesamiento del corazón nos paraliza. Madre Lupita, sin embargo, renunció a una vida cómoda para servir a los enfermos y abandonados”.


8. “Un buen cristiano no se lamenta, está siempre alegre” 

 

Dándole una vuelta al tradicional mensaje de la Iglesia para que cada creyente porte “su cruz” cuando la vida le pone una piedra en el camino, el Papa Francisco habló en una ocasión reciente del “alegre soportar” como elemento para el rejuvenecimiento vital. Afirmó que el buen cristiano “no se lamenta” y que en medio del dolor, “jamás está triste, sino que testimonia a Cristo con alegría”. Sabiendo que sus palabras se podían recibir con escepticismo, el obispo de Roma indicó que este comportamiento no es de masoquistas, “sino el que lleva por el camino de Jesús”.



 

 

9. Sin el Espíritu Santo, el cristiano es un mero “idólatra” 

 

El Espíritu Santo es un “Dios activo, un Dios que nos hace recordar, que nos despierta la memoria”, para que el creyente no olvide “el momento en el que obtuvo la gracia de encontrar a Jesús y todo lo que Jesús le dijo”. Por eso, opina que un cristiano sin esa memoria del Espíritu Santo “no es un cristiano de verdad, sino un idólatra”.


10. “Como muchos no son creyentes, les bendigo en silencio respetando su conciencia” 

 

Cuando en su encuentro con los cientos de periodistas que acudieron a Roma para ver la fumata blanca y conocer al nuevo Papa el pasado marzo, el recién elegido pontífice bendijo a los presentes con una llamativa observación: “Como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica, otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios los bendiga”.


viernes, 21 de junio de 2013

INVOCACION

 


Espíritu Santo, Alma de mi alma, desde hoy quiero invocarte más frecuentemente, y especialmente antes de comenzar alguna acción importante. Y quiero hacerlo por medio de la oración que le enseñara María Santísima al Padre Gobbi, del Movimiento Sacerdotal Mariano: “Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, tu amadísima Esposa”.

Y quiero que cada vez que recite con amor esta invocación, Tú, Espíritu divino, vueles del Cielo a mi corazón, pues no resistes a nuestros llamados cuando te llamamos por medio del Inmaculado Corazón de María, tu Esposa indisoluble.

Ayúdame, Espíritu divino, a formar mi corazón de acuerdo al Corazón de María, para que Tú vengas con más gusto a él, y me colmes con tus siete sagrados dones, para que yo pueda dar testimonio de Dios entre los hombres y así colaborar a la extensión del Reino de Dios en el mundo, y sobre todo, que el Reino de Dios se instale y crezca en mi corazón y en mi familia.

¡Bendito Espíritu de Amor!, ten compasión de mí que soy indigno de recibirte, pero ten en cuenta que te invoco por medio de María, a la cual no sabes negarle absolutamente nada, ya que es tu Esposa amada, a la cual nunca has repudiado.

Ayúdame para que María more en mi corazón y que yo me consagre a Ella, para tenerte a Ti en plenitud y así ya ser feliz desde este mundo, pues quien te tiene a Ti, Espíritu Santo, lo tiene todo, porque eres la Gema del Paraíso.

jueves, 20 de junio de 2013

OCHO CONSEJOS PARA REZAR BIEN EL ROSARIO


El Papa Juan Pablo II dijo: "El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad." (JPII, 29 oct 78) Comenzó a rezarlo desde joven y nunca lo dejó. Él mismo nos cuenta que el Rosario le acompañó en momentos de alegría y de tribulación, y que en él encontró consuelo y le confió sus preocupaciones.

No tan sólo el testimonio de Juan Pablo II y de muchos otros Papas y Santos nos exhortan a rezar el Rosario todos los días, sino la misma Virgen María se ha ocupado en diversas ocasiones de pedirnos recurrir a esta forma de oración contemplativa, especialmente para pedir por la paz del mundo.




Desde mi adolescencia tengo el hábito de rezar el Rosario todos los días, pero debo confesar que a veces caigo en la rutina: no siempre lo rezo bien. A aquéllos a quienes les pasa lo mismo que a mí, quisiera compartirles algunos elementos que me ayudan para tratar de rezarlo mejor cada día.

Entre los 8 consejos hay actos, actitudes y reflexiones. Los he ido extrayendo de documentos de la Iglesia, sobre todo del Papa Juan Pablo II, de conversaciones con personas que disfrutan mucho el rezo del Rosario y de mi propia experiencia.

1. Antes de iniciar el Rosario es provechoso guardar unos segundos de silencio para tomar conciencia de lo que vas a hacer y así rezarlo con devoción, no mecánicamente. Adoptar la actitud del hijo que se acerca con mucho cariño a su Madre del cielo y decirle algo así: Aquí me tienes de nuevo, María, quiero estar un rato contigo, mostrarte mi afecto, sentir tu cercanía; quiero que me ayudes a conocer mejor a Tu Hijo, que me enseñes a rezar como Él y a parecerme cada día más a Él.

2. Durante unos minutos o durante todo el rezo del Rosario puedes tener delante una imagen de la Santísima Virgen que te recuerde a la que está en el cielo. A partir de la imagen perceptible con los sentidos, trae a la memoria a tu Madre del cielo y ponte espiritualmente en Sus brazos.

3. Recuerda que el Rosario consiste en meditar y contemplar los principales episodios de la vida de Cristo para conocerlo, amarlo e imitarlo. Mientras rezas las diez Avemarías de cada misterio como si fueran una melodía de fondo que tranquiliza y serena, centras tu oración en Cristo, su vida, sus enseñanzas. Los misterios del Rosario son como un compendio del mensaje de Cristo. Cada misterio tiene sus gracias especiales, grandes temas en qué meditar, grandes enseñanzas. Meditar en los misterios de la vida de Cristo nos ayuda a crecer en nuestra configuración en Él. No es un simple ejercicio intelectual, sino un encuentro vivo con Cristo, pues por las virtudes teologales podemos entrar en contacto real con Cristo.

4. "Contemplar con María el rostro de Cristo" (RVM, 3). Ponte al lado de María y juntamente con Ella recuerda a Cristo. Si rezas así el Rosario, verás que algo sucede en tu alma mientras lo rezas. Experimentas la presencia de María que te dice que Ella está allí, siempre a tu lado, te abraza, te enseña a contemplar a Jesús. Durante el Rosario, María trabaja de manera especial en tu alma, modelándola conforme a la imagen de Jesús. Ella es quien nos conduce de modo más seguro a Cristo y lo hace no sólo con su ejemplo sino con una acción espiritual, profundamente eficaz. Cuando María y el Espíritu Santo trabajan juntos, forman una mancuerna realmente poderosa.

5. Rezar el Rosario es rezar desde el corazón de María. "Aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y la profundidad de su amor". (RVM 1) María es modelo insuperable de contemplación. A partir de la experiencia de María, el Rosario es oración contemplativa; es entrar a la escuela de oración de la Virgen María. Nos enseña mostrándonos a Jesús y permitiéndonos ver cómo ella los vive interiormente.

6. Ten siempre presente que el Rosario es un arma poderosa. Rezándolo con esta certeza de fe, obtenemos abundantes gracias a través de las manos de María. La paz del mundo es una intención particularmente querida por María. Otra intención muy especial y que, como dice Juan Pablo II, requiere hoy "urgente atención y oración", es la familia.

7. Es una oración que ayuda a unificar e integrar toda la vida y a ponerla en manos de Jesús y María, pues a lo largo de los misterios del Rosario podemos ir poniendo en sus manos las personas que más llevamos en el corazón, la familia, los amigos, la Iglesia, la nación, la humanidad, la misión, el trabajo, las preocupaciones e intenciones personales.

8. El hábito de rezar el Rosario todos los días es un modo de asegurar un contacto diario con la Virgen María, de expresarle todo tu afecto, veneración y gratitud. Es bueno tratar de rezarlo cada día mejor, con más atención, disponiéndote con las actitudes correctas, meditando mejor, poniendo más amor. 

 

miércoles, 19 de junio de 2013

DIEZ CRITERIOS PARA DISCERNIR COMO ESTA TU NIVEL DE SILENCIO INTERIOR



PRIMERO: Observa si queda algo por perdonar en ti, o en tu vida. En tu pasado más remoto o más cercano. Mira si hay algún recuerdo que perturba tu alma. No puedes olvidar que la búsqueda del lugar del propio corazón, tu unificación interior, y el hecho de tener que ser "anuncio evangelizador" en tu vida, exigen una plena paz de alma. Y te animan a buscar el lugar del corazón, para establecer en él un ámbito de comunión y de encuentro.

Para poder hacer este camino hacia el corazón, has de vivir en una pureza total de la memoria, del pensamiento y de la imaginación, y acoger en ti la presencia vitalizadora de Cristo.

Has de ser capaz de amar y de dejarte amar. Vivirás en la transparencia total para poder ser "luz". No pretendas iluminar.
Que tu primer objetivo sea vivir en la iluminación interior.

SEGUNDO: Observa si en tu vida puedes decir que has hecho de manera tan eficaz, que se pueda notar, el don absoluto de tu amor total a Dios y a los hermanos. Mira si en tu manera de vivir se ve que para ti "nada vale la pena en comparación con el supremo bien de conocer a Jesucristo, mi Señor" (Fil 3,8). El resucitado vive en ti y quiere establecerse en tu interior.

Busca "ese" lugar interior en el que Él vive: es el corazón centro de todo lo que vives y sientes. Haz el camino con paz, sin prisas... sin nerviosismos, ni precipitaciones. Date el tiempo necesario para llegar. De momento busca el silencio. Te bastará "estar" serenamente contigo mismo.

TERCERO: Observa si te desestabilizan interiormente, o anímicamente, tus limitaciones y pobrezas, o las de tus hermanos..., o por el contrario si vives en la paz de reconocerlas sinceramente para superarlas aceptándolas. ¿Te dejas llevar fácilmente por los "nervios"?...

Recuerda: Cristo que vive en ti siempre te dice: ¡Ten paz, no tengas miedo...!. Pero tú mismo has de vivir en esta paz... que siempre supone la ausencia del temor y de la duda. Porque te has abandonado en confianza.

CUARTO: Observa si alguna vez, o muchas veces, comienzas el día cansado o sin ilusión de servir y de entregarte.

Mira si lo que predomina en ti es el cansancio o la ilusión, la consideración de las cosas que te cuestan o el ánimo con el que te enfrentas a las cosas que podrías hacer, porque forman parte de tu compromiso con la vida.

¿Te sientes feliz y en paz en tu camino?... ¿Eres feliz? La felicidad que nace en el hondón de tu alma será una señal evidente de que vives en la iluminación interior. Verás que siempre es una felicidad llena de paz, alejada de los "fuegos de artificio" volátiles y pasajeros.

QUINTO: Observa si Él ocupa o no, siempre, directa o indirectamente, tu pensamiento, tu corazón y tu vida.

Pregúntate si esta consciencia de Él en ti, es un estímulo para tu vida. Observa si predominan en ti los criterios que vienen de la fe en Jesús que habla claramente en su Evangelio.

Observa si los hermanos están realmente en el horizonte de tu vida. Pregúntate si tu opción por Jesús es manifestación de esta fe intensa en Él, al que anuncias. Piensa que el Cristo que anuncias es ¡el Señor que vive! Y vivirá en ti, cuando lo acojas en lo más profundo del propio corazón... cuando percibas que Él es el "todo" en tu alma y en tu vida.

SEXTO: Observa si pierdes fácilmente la paz porque no
vives unificado interiormente y vives distraído o disperso. Pregúntate qué es lo que te altera con más facilidad. ¿Actualmente hay algo que te intranquiliza? ¿Estás en paz contigo mismo? ¿Él vive en ti...?. Es verdaderamente el centro que da sentido a todo?...

SÉPTIMO: Observa si vives o no a Jesús como la opción esencial de tu vida que te ayuda a vivir en la unificación y en la armonía interior.

Pregúntate si la presencia del Señor en ti es vivida con claridad, alegría y fuerza. O aceptas, de hecho, un planteamiento de vida conformista y adormecedor que no te ayuda a crecer, ni a darte siempre y más radicalmente al Señor y al hermano. Nunca olvides que el Señor Resucitado siempre camina entre los hermanos.

OCTAVO: Observa si caes en la tentación de aceptar vivir y caminar solo, "a tu aire", o te arreglas tú la vida por tu propia cuenta, prescindiendo de la comunidad de los hermanos, y de tu deber de ser testigo del Señor en la Iglesia y en el mundo.

Observa si, por el contrario, asumes con responsabilidad el compromiso de reconocer tu papel en la vida y lo que la comunidad puede esperar de ti.

Ten en cuenta los dones que Dios ha puesto en tus manos. ¿Ofreces el don de ti mismo a los demás y te entregas a ellos como signo de que quieres darlo todo y darte del todo?...

NOVENO: Observa si te conformas tranquilamente con la actitud de no esperar contra toda esperanza ..., o por el contrario eres capaz de vivir y comunicar tu amor radical por el Señor y la alegría de tener la vida en tus manos para ser capaz de darla con esperanza renovada.

¿Eres optimista o pesimista?.


DÉCIMO: Observa si consciente o inconscientemente salen de tu boca expresiones como éstas: "Yo ya no"... "Conmigo que ya no cuenten" .... "Yo ya estoy bien así?"... "A mí ya nadie me cambia"... "Ya nunca jamás volveré a ceder"... "Ya estoy harto de..."! 
Observa si se dan en ti actitudes cerradas, intolerantes, de juicio negativo precipitado. Observa, sobre todo, si te dejas llevar por la negatividad. Piensa en esta revisión de tu vida que Dios es siempre positivo: «no apaga la mecha que aún humea ni rompe la caña agrietada».

¡Ora, y reconoce la verdad ante Dios!


Jaume Boada i Rafí O.P. - Constantes en la oración

martes, 18 de junio de 2013

No existe un día más hermoso que el día de hoy

Les comparto un texto de mi amigo Alfredo:



La forma de muchísimos ayeres forma mi pasado.
Mi pasado se comprende de recuerdos alegres…, tristes…
Algunos están fotografiados y ahora son cartulinas donde me veo pequeño, donde mis padres siguen siendo recién casados, donde mi ciudad parece otra.
El día de ayer pudo haber sido hermoso día. Pero no puedo avanzar mirando constantemente hacia atrás. Corro el riesgo de no ver los rostros de los que marchan a mi lado.
Acaso el día de mañana amanezca aún más hermoso…Pero no puedo avanzar mirando sólo el horizonte. Corro el riesgo de no ver el paisaje que se abre a mí alrededor.
Por eso yo prefiero el día de hoy. Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme de frío, sentir como cada instante me dice ¡Presente!
Sé que es muy breve, que pronto pasará, que no voy a poder modificarlo luego ni pasarlo en limpio… como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana, un lugar que todavía no existe.
Ayer fui. Mañana seré. Hoy soy.
Por eso, hoy te digo que te quiero… hoy escucho…hoy te pido disculpas por mis errores… hoy te ayudo… hoy comparto lo que tengo… hoy me separo de ti sin guardarme ninguna palabra para mañana.
Porque hoy respiro, traspiro, veo, pienso, oigo, sufro.
Hoy.
Hoy estoy vivo.
Como tú.