viernes, 23 de octubre de 2020

PELIGROS DEL KI

Tomado de la página de la Dra. Maribel Rodríguez.
 
Sobre los peligros de ciertas prácticas espirituales sin la madurez o estabilidad mental suficientes y una adecuada orientación y supervisión (vuelvo al tema de los "efectos adversos" de dichas prácticas). Muy interesante.

"Los sabios y los instructores de yoga, meditación, sanación o de artes marciales con un designio espiritual nos aconsejan ser extremadamente cautos a la hora de adentrarnos en las técnicas que favorecen el desarrollo del ki o prana, y no dejan de insistir en el hecho de que la energía es absolutamente neutral, totalmente impersonal, como la luz o la electricidad, ya que nutrirá nuestras tendencias e inercias, al igual que el sol puede hacer crecer una planta de apio o de opio.
El muy antiguo axioma hermético nos dice que "la energía sigue al pensamiento", y por ello, si deseamos entrar en contacto con la Fuente del Ki, debemos observar cuidadosamente la calidad de nuestros pensamientos, palabras y actos, encontrar el núcleo de donde surgen, y comprobar si éstos manan de nuestro amor, de la compasión y de la alegría, o de nuestros traumas, deseos, ambiciones o miedos, con todas sus positivas o fatídicas consecuencias.
A ese respecto, diremos que algunos de los libros publicados sobre las técnicas sanación o de pranayama (los antiguos métodos para absorber la energía del ki o prana por medio de la respiración) pueden ser muy nocivos, pues raramente hablan a los estudiantes acerca de los riesgos derivados de una indiscriminada práctica. En la medicina tradicional china se advierte acerca del uso de la energía en casos de patologías graves y aconsejan detener inmediatamente estas prácticas si existe la sospecha de una enfermedad grave. Recordemos que un tumor es una forma de vida y que el uso ignorante de ciertas formas de energía puede acelerar el proceso mórbido de la enfermedad.
Contrariamente a lo que enseñan numerosas profesores y publicaciones, sobre todo las provenientes la nueva religión profundamente utilitarista, superficial, egocéntrica y materialista de la new age, un todo vale que por pura ignorancia de las leyes espirituales y divinas, desconoce o ignora adrede los peligros subyacentes a las practicas metafísicas, la manipulación indiscriminada de la energía y los ejercicios relacionados con el Ki puede tener muy graves consecuencias. No olvidemos que trabajar con la energía del ki sin un guía que conozca la ciencia del uso de la energía y la anatomía esotérica del cuerpo humano, es literalmente jugar con fuego.
Por otra parte, las técnicas de Aikido y de otras vías que incorporan numerosos ejercicios respiratorios, como el hatha yoga, chikung o taichi, hacen desarrollar muy rápidamente una gran cantidad de ki hárico o ventral, es decir, sobre-alimentan por una simple ley de gravedad los centros inferiores, y si no existe una conducta elevada guiada por grandes valores humanos, compasión, no violencia, desapego y ecuanimidad, (tal como fueron prescritos por Patanjali en sus Yoga Sutras) veremos aparecer síntomas de una exacerbación de nuestros defectos de carácter, de nuestras pasiones dominantes, nuestras tendencias latentes e inercias mentales.
Los Maestros nos previenen acerca de los numerosos riesgos que conllevan ciertas prácticas respiratorias y energéticas cuando no se han superado etapas anteriores que marcan el sendero mismo del discipulado. Muchas personas se sienten axaltadas, sobre-energetizadas, incluso eufóricas (entre otros síntomas visibles) tras recibir una transmisión de técnicas curativas relacionadas con el Ki, y durante unos años o meses, parece que su energía ha aumentado considerablemente. Sin embargo, puede comprobarse que en unos dos o tres años, ésta energía disminuye alarmantemente y el supuesto sanador entra en estados de crisis personal, ansiedad, nerviosismo, tristeza o incluso depresión.
El hecho de que algunas de estas técnicas parezcan gratuitas a ojos vista no significa que el paciente y el sanador no paguen un elevado precio invisible. Ello es debido a que la pseudo- iniciación que reciben en forma alguna procede del Supremo Ki, ni vincula con el manantial de la Vida Una en el Universo, sino de reservorios energéticos, de campos mórficos muy antiguos o de egrégores del pasado que han sido resucitados por medio de rituales de mas que dudosa polaridad, que tarde o temprano terminan por agotarse y necesitan llenarse de nuevo de energía, pero esta vez del cuerpo etérico del paciente y del sanador. No dudamos en forma alguna de que algunos sanadores posean en verdad una cualidad espiritual, a menudo desde la infancia, un don divino de curación, mas debida a su influencia carismática, a la irradiación de la luz de su alma, de su amor y su compasión que a una transmisión recibida."
 
Carmelo Rios

Sectas: El arte de la manipulación. Con la Dra. Maribel Rodríguez