viernes, 20 de julio de 2018

LA COMUNIÓN PERSONAL CON LA VERDAD SEGÚN PAVEL FLORENSKY _ 1

Estimados amigos: Les recuerdo que para pausar la música de fondo del blog deberán clickear en las líneas perpendiculares que figuran en el ícono "bella música" en la parte inferior derecha de esta página.

miércoles, 4 de julio de 2018

Continuación del 5.01.2018 - Reflexiones de un monje contemplativo

¿Cómo callar y empezar a escuchar?
Esta es la más difícil de todas las lecciones sobre la oración. No sirve de gran cosa decirse: "No pienses", pues la suspensión del pensamiento discursivo no se obtiene por medio de un simple ejercicio de la voluntad. Nuestro espíritu exige que hagamos algo para satisfacer su necesidad de actividad. Si nuestra estrategia espiritual es enteramente negativa, si intentamos eliminar todo pensamiento consciente sin ofrecer a nuestro espíritu otra actividad, tenemos grandes probabilidades de llegar a un vago ensueño. El espíritu tiene necesidad de alguna cosa que lo mantenga ocupado, permitiéndole superarse para alcanzar la paz. En la tradición hesycasta ortodoxa, se recomienda la repetición de alguna oración muy breve, "oración jaculatoria", casi siempre la oración de Jesús: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí que soy pecador". (Así lo hemos visto en la entrada anterior).
 
Cuando recitamos la oración de Jesús, se nos aconseja evitar, si es posible, toda imagen o representación particular. "El novio está presente, pero no se le ve" (San Gregorio de Nisa). La oración de Jesús no es una forma de meditación imaginativa sobre los diferentes momentos de la vida de Cristo. Dejando a un lado las imagenes, tratamos de concentrar nuestra atención sobre las palabras. La oración de Jesús no es un hechizo hipnótico sino una frase CARGADA DE SENTIDO, una invocación dirigida a SU PERSONA. Su finalidad no es la relajación, SINO LA VIGILANCIA. No es un sueño ligero, sino una oración MUY VIVA. No debe ser recitada en forma mecánica, sino con un objetivo interior, vigilando que las palabras sean pronunciadas sin la menor tensión, sin violencia, sin exagerada insistencia. El hilo que rodea nuestro "paquete espiritual" debe estar tenso y no flojo, pero no tan tenso como para desgarrar los bordes del "paquete".
 ... Continuará en nuestra próxima entrada ...