Es importante comprender que el propósito principal de cualquier práctica espiritual es escapar de la burocracia del ego; esto significa salir del deseo constante que tiene el ego de alcanzar versiones mas elevadas de conocimiento, religiosidad, virtud, buen juicio, comodidad o cualquier otro objetivo que se haya fijado el ego como meta de su búsqueda.
Hay
que salir, pues, del materialismo espiritual. Si no nos colocamos fuera
de él, si nos dedicamos a practicarlo, entonces a la larga nos veremos
esclavizados por una colección inmensa de vías espirituales. Creeremos
que esta colección espiritual es valiosísima. Nos deleitaremos entonces
con todo lo que hayamos estudiado.
El
problema es que tendemos a buscar una respuesta fácil que no nos duela.
Pero este tipo de solución no se aplica al sendero espiritual, en el
cual muchos de nosotros nunca debimos de habernos iniciado.
Una vez que nos comprometemos con el sendero, se nos hace muy doloroso y sabemos que nos esperan cosas desagradables.
Nos
hemos comprometido con el dolor de exponernos, de desnudarnos, de
despojarnos de nuestra piel, de nuestros nervios, de nuestro corazón y
de nuestro cerebro hasta quedar completamente expuestos al universo. No
nos quedará nada.”
Tchogyang Trumgpa
"De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto". (Juan 12:24) ...