viernes, 31 de marzo de 2023

EL MIEDO A MORIR

Una vez un monje benedictino me dijo: de lo que pasó antes de nacer y de lo que va a pasar después de vivir, es decir, una vez que hayamos muerto, no sabemos nada. 

Santo Domingo de Silos lanza iniciativa para hombres interesados en ser  monjes

En la tradición cristiana, para referirse tanto a la vida como a la muerte, podemos hablar con metáforas mitológicas. “La Biblia nos ofrece muchas metáforas con el fin de dejar abierta la perspectiva ante lo que, en definitiva, es inexplicable”. (Joseph Ratzinger “Escatología, Muerte y vida eterna”).

Las imágenes bíblicas quieren invitarnos a manejar el miedo a la muerte a fin de que no seamos controlados por este miedo. No podemos discutir sobre metáforas, no se trata de tener razón, sino de estar dispuestos a dejarnos guiar por ellas hacia las intuiciones de nuestra alma y así estas imágenes nos ayudarán a transformar el miedo en esperanza y serenidad.

 Imagenes Cristianas de Paz - Imagenes Cristianas

Todas las filosofías comienzan con la pregunta acerca de la muerte y muchos filósofos están convencidos de que la causa primitiva del miedo del ser humano es siempre el miedo a la muerte. Todos y cada uno de nosotros nos confrontaremos en algún momento con este temor. No tiene sentido reprimir este miedo primitivo, simplemente DEBEMOS APRENDER A RELACIONARNOS CON EL.

 Qué hacer con el miedo a la muerte

No se trata de superarlo absolutamente, pues es prácticamente imposible ya que éste forma parte de nuestra condición humana. Pero podemos aprender a vivir con él. Esto lo lograremos siempre y cuando nos preguntemos si con la muerte realmente todo pasa, todo se termina o en verdad se trata de un paso hacia una nueva forma de “vivir” o “existir”.

 Afrontar el miedo a la muerte durante la vejez - La Mente es Maravillosa

Una de las causas del miedo a la muerte es la visión personal de no haber vivido bien, de haber vivido tal vez una vida exitosa pero interiormente pobre. La tragedia de la muerte radica entonces para muchos, en que ya no pueden corregir su vida, ya no pueden vivir de forma diferente a como han vivido. La muerte siempre confronta con la verdadera verdad de cada uno y eso provoca miedo. Se le teme a la muerte cuando no se acepta la vida.

Es importante tener también en cuenta que una gran parte de las psicopatologías humanas provienen del miedo a la muerte. A veces se disfraza de otra cosa. Por ejemplo: personas que pasan todo el día frente al televisor porque se sienten de esa forma vivos. Aquéllos adictos que lo único que buscan en sus adicciones es suavizar su miedo a la muerte y paradójicamente muchas veces se la causan. 

▷ ✝️ Hay que aprender a tener paz y serenidad. - Reflexiones Católicas 🙏

Ahora bien, ¿cómo podemos relacionarnos correctamente con este temor? En primer lugar es importante diferenciar y saber con claridad a qué le tenemos miedo en realidad. Muchas veces, las madres temen morir pues dejarían abandonados a sus hijos en caso de una muerte temprana.  Tanto los hombres como las mujeres tienen miedo de que sus parejas mueran antes que ellos y encontrarse solos y tener que depender de sí mismos. 

 muerte | Tu centro de psicología en Granada

Otros temen por los dolores vinculados con la muerte. Algunos también temen el propio desamparo. A otros los atemoriza imaginar que en la muerte se tendrán que enfrentar con Dios y su propia verdad. A otros los atormenta la idea del infierno eterno.

 Cuando el miedo a la muerte no nos deja vivir - La Mente es Maravillosa

El primer paso sería tomar contacto con el miedo a la muerte y “conversar” con él para ver con mayor precisión frente a qué tenemos miedo. El segundo paso consistiría en dejarse conducir hacia Dios en virtud de ese temor. Admitimos, los creyentes, que tenemos miedo a la muerte, pero este mismo miedo nos lleva a recordar que, en la muerte, caeremos en las manos de Dios, que nos entregaremos a su amor. 

Estudio bíblico - Título: Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti -  Juan 17:3-5

Sin embargo, debemos destacar también que este miedo puede ser absolutamente irracional, apareciendo de lo profundo del inconsciente sin que la fe pueda liberarnos ni ayudarnos. 

 Eritrofobia: de qué se trata y cómo reconocer el extraño e irracional miedo  a ruborizarse - Infobae

En un encuentro anterior, ya hemos tratado algo de esto. En estos casos extremos, se trataría de un estado de angustia extrema, hoy en día conocida con la palabra “pánico”. Como ejemplo les voy a contar el caso de una mujer que de chiquita había sido atropellada por un camión mientras paseaba en bicicleta. Elaboró bien el accidente y el trauma durante su juventud, pero a los 40 años desarrolló un temor paralizante a tener otro accidente, por lo cual se negaba a salir de su casa y se aislaba cada vez más, construyendo su propia prisión. Se sentía totalmente impotente frente a ese temor. Era una mujer de fe, rezaba y meditaba con frecuencia pero esto no podía librarla de su miedo. El consejo de su acompañante espiritual fue que repitiera:

 “Sí, voy  a morir ahora o más tarde, no lo sé. Acepto la finitud de mi vida. Convencida estoy de que en la muerte iré con Dios, pero ahora estoy viva y quiero vivir conscientemente este momento, frente a Dios y en Dios”.

 Imágenes de Mujeres Orando | Descarga imágenes gratuitas en Unsplash

Así dejó de luchar contra el miedo, el que se transformó en su acompañante en el camino hacia Dios. Le costó, pero paulatinamente su miedo se fue debilitando y luego de un tiempo éste, perdió su carácter atormentador y aplastante. En este caso vemos que el enfrentarnos con el miedo y relacionarnos con él, puede ser otro camino para superarlo.

También podemos tener una mirada compasiva hacia nuestros miedos cuando meditamos. Visualizarnos con ese temor y abrazarnos con ternura. Sentir el abrazo del Señor y la protección de Su Madre, Nuestra Madre, en esos momentos. 

Hombre orando fotos de stock, imágenes de Hombre orando sin royalties |  Depositphotos

martes, 28 de marzo de 2023

EL MIEDO A DIOS ... Continuación ...

Con esa serie de imágenes negativas que he venido mencionando, decididamente no puedo relacionarme sanamente con Dios. No puedo considerarlo bondadoso, generoso, amoroso, tierno, dulce. Es decir no estoy relacionándome con el verdadero Dios. No lo conozco. Entonces tenemos una cantidad de creyentes que van a Misa porque tienen miedo de que Dios se enoje si no lo hacen, se sienten obligados a AMAR, A PERDONAR. No hay cosa más ridícula que esto, supera nuestra capacidad de comprensión. ¡¡¡Si voy a Misa, voy porque para mí es una fiesta a la que voy a nutrirme de la Palabra de Dios y de la Eucaristía!!! No voy porque si no lo hago estoy pecando y Dios me va a castigar. Esto se enseñó por siglos. Debemos desaprender y desandar este camino equivocado. Pero no temamos, es Dios quien está guiándonos.

Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, el Rostro Humano de Dios, echa por tierra todo esto y en la cita del Evangelio de Marcos 1, 21-28 se nos dice: “Llegaron a Cafarnaún y el Sábado entró Jesús en la Sinagoga y comenzó a enseñar. La gente se admiraba de cómo les enseñaba porque lo hacía con plena autoridad Y NO COMO LOS MAESTROS DE LA LEY.

 

En la Sinagoga del pueblo un hombre, (tal vez un escriba o un fariseo pues los pobres no entraban allí) que tenía un espíritu impuro gritó: “¿Por qué te metes con nosotros Jesús de Nazareth? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco. ¡Se que eres el Santo de Dios!” (hasta los espíritus impuros lo reconocen a Jesús como Dios), entonces Jesús reprendió a aquél espíritu diciéndole “¡Cállate y sal de este hombre!”.

 

El espíritu impuro sacudió con violencia al hombre y gritando con gran fuerza, salió de él. Todos se asustaron y se preguntaban unos a otros ¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva y con plena autoridad! ¡Hasta a los espíritus impuros da órdenes y le obedecen! Muy pronto la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea!”.

Ahora les pregunto: ¿Ustedes quién creen que tenía el espíritu impuro? (¿el clero no?)…. ¿Qué sucede cuando Jesús libera a este hombre de ese espíritu?...

El Señor vino a la tierra porque se apiadó de nosotros, de que sufriéramos tan inútilmente por nuestras guerras, enfermedades, odios, disputas, egoísmos, nuestra inclinación al mal. El Señor vino a la tierra precisamente porque no es indiferente, no es calculador, no es asfixiante, no es alienante. Esta sociedad no lo entiende porque no sólo está sorda sino ciega y muda pues no se atreve a oir lo que Jesús dice, no se atreve a ver el mal ajeno y salirse de sí mismos y no tiene el coraje de declararle la guerra a esas imágenes de Dios que no tienen nada que ver con Él sino más bien con el Espíritu Maligno. Dios nos aconseja, nos invita. ¡JAMAS OBLIGA!. Respeta la libertad del ser humano a rajatabla. ¡NO LO OLVIDEMOS NUNCA! 

Te voy a solicitar que esta semana hagas una lista de las sensaciones negativas que aparecen en tu interior cuando dices la palabra DIOS. Si descubres que tienes la imagen de un Dios indiferente a tus problemas, a tus sufrimientos, a tus dificultades, a la injusticia, a los padecimientos de la humanidad, un Dios demasiado alto, déspota y lejano parecido a tu padre o madre autoritarios o demasiado absorbente, tendrás que pedirle que sane esas imágenes equivocadas que tienes de Él y que lo puedas descubrir como alguien siempre cercano, muy respetuoso, compasivo, etc. como es Jesús, el Rostro Humano de ese Dios. Recordemos que Jesús nos dice “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre” ¿Tienes presente este concepto? ¿Reflexionas en esto? ¿Buscas tener una relación más profunda con Dios? O sólo cumples normas por temor a su castigo?. 

También te invito que en esta semana confecciones una lista de los recuerdos negativos que tienes de Dios, por ejemplo, aquélla vez que le pediste ayuda y Él no intervino para auxiliarte; o esa otra ocasión en la que le rogaste que no se muriera tu mejor amiga e igual se murió, o cuando le pediste ayuda para no perder tu empleo o tu casa, etc. y sentiste que no fueron oídas tus súplicas. Escribe también las veces que te sentiste abandonada/o, rechazado, olvidado y esto te llevó a una relación más fría y distante con Dios. Pero después de hacer esta lista, es importante que vayas ofreciendo en la oración estos recuerdos escondidos, para que Dios sane tu relación con Él. Cuando oramos en forma contemplativa, es decir, sin hablar, sin pedirle nada, es el momento en que Él más actúa sanando todas estas heridas y aún aquéllas  que no recordamos tener. Sólo tenemos que hablar muy poquito, al comenzar, decir: “Aquí estoy Señor, haz de mí lo que quieras” y entregarnos al silencio y a la repetición de nuestra fórmula sagrada: al inhalar “Señor Jesucristo” y al exhalar “Ten misericordia de mí”. 

Imagen del Story Pin

Ahora bien, si necesitas discutir con Él, llorar, lamentarte, hazlo libremente pero no le niegues la oportunidad de que Él sane todas las heridas de tu alma. Hace mucho tiempo que quiere hacerlo. De esta forma, podrás reconciliarte con el verdadero Dios en tu emotividad,  lo conocerás y podrás experimentar con Él una amistad que tenga gozo y ternura.

Otro ejercicio importante y que también te invito a que practiques,  es recordar todas las cosas buenas y bellas que podemos decir de Dios: generoso, infinito, todopoderoso, amoroso, misericordioso, compañero, guía, fiel, cercano, tierno, hermoso, lleno de vida, etc. Si no puedes disfrutar de ninguna de estas alabanzas, porque no puedes descubrir que Dios sea realmente así, debes reconocer que hay algo enfermo en tus imágenes de Dios que, como hemos venido diciendo, necesitan sanarse. Entonces trata de repetir muchas veces esas alabanzas que te cuestan, intentando cargarlas de un significado; hasta que sientas que tu corazón se libera, se amplía, se eleva, se alegra de decirle a Dios estas cosas bellas, estas alabanzas hasta que realmente tu corazón se goce al descubrir que Él es realmente así y que Él es el importante.

 

Reitero: por todo esto, si hasta ahora hemos tenido una relación superficial con Dios, que nos ha servido de poco y que no nos ha preparado para estar fuertes ante las dificultades, estamos a tiempo siempre para comenzar un camino para que nuestra relación con Él sea más profunda, sana, madura y más fecunda para nuestra vida. TODO CRISTIANO ESTÁ LLAMADO A EXPERIMENTAR LA PLENITUD EN DIOS. QUE ASÍ SEA Y QUE SANTA MARIA Y TODOS LOS SANTOS DEL CIELO NOS ACOMPAÑEN EN NUESTRO CAMINO. AMEN.