"Hay que hacer la guerra más dura
contra sí mismo, hay que lograr desarmarse.
Yo hice esa guerra durante años y fue muy terrible,
pero ahora ya estoy desarmado.
Ya no tengo miedo de nada.
Estoy desarmado de la voluntad de tener razón,
de justificarme descalificando a los otros.
Ya no estoy a la defensiva,
celosamente crispado sobre mis riquezas.
Acojo y comparto,
no me aferro especialmente a mis ideas, a mis proyectos.
Si me presentan mejores, o, más bien,
no mejores sino simplemente buenos,
los acepto sin pesares.
Ya renuncié a comparar;
lo que es bueno, verdadero, real,
es siempre para mí lo mejor.
Por eso ya no tengo más miedo.
Si uno se desarma, si uno se despoja,
si uno se abre al Dios–hombre,
que hace todas las cosas nuevas,
entonces Él borra el pasado malo
y nos devuelve un tiempo nuevo donde todo es posible"
contra sí mismo, hay que lograr desarmarse.
Yo hice esa guerra durante años y fue muy terrible,
pero ahora ya estoy desarmado.
Ya no tengo miedo de nada.
Estoy desarmado de la voluntad de tener razón,
de justificarme descalificando a los otros.
Ya no estoy a la defensiva,
celosamente crispado sobre mis riquezas.
Acojo y comparto,
no me aferro especialmente a mis ideas, a mis proyectos.
Si me presentan mejores, o, más bien,
no mejores sino simplemente buenos,
los acepto sin pesares.
Ya renuncié a comparar;
lo que es bueno, verdadero, real,
es siempre para mí lo mejor.
Por eso ya no tengo más miedo.
Si uno se desarma, si uno se despoja,
si uno se abre al Dios–hombre,
que hace todas las cosas nuevas,
entonces Él borra el pasado malo
y nos devuelve un tiempo nuevo donde todo es posible"
Gracias por publicarlo Susy!
ResponderEliminarEstas palabras de Atenágoras llegaron a mi providencialmente hace unos años, coincidentemente cuando comencé el camino de la Meditación Cristiana. Y sencillamente es una veraz descripción de mi "sentir" cada vez que termino de meditar.
Salí a la arena como el gladiador, ataviado de acero... pero me entrego a Él y me desarma... me desnuda... quedo liviano, ligero, LIBRE... con un corazón limpio, despojado para el Sagrado Encuentro con el Padre.
Te lo envié en respuesta a "los guerreros de la luz"...
y esas guerras se hacen así:
absolutamente desarmados.
Yo lo logré meditando.
MARANATHA!
Gabriel
Muy buenas las palabras del post. Resuenan como verdad pura. Destaco desde mi experiencia: "Y nos devuelveun tiempo nuevo donde todo es posible".
ResponderEliminarSi, Su misericordia es infinita.
Saludos fraternos en Cristo Salvador
Un maravilloso texto que nos compartes, no lo conocía, ahora sí. Gracias!
ResponderEliminarCarísimos hermanos: Lamento responder tan tarde a vuestros comentarios. Revisando mi blog en entradas antiguas, los encuentro ahora. Es de verdad un hermoso texto!!! Gracias Gabriel, Hermano Mario y Roberto!!!
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