INVITADOS A VIVIR EL AMOR
El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, está invitado por su Hacedor a participar del maravilloso don del Amor de Dios. Desde sus orígenes, el hombre está abierto al dinamismo amorizante de Dios Uno y Trino, que lo invita al diálogo, a la comunión con El: "Al hacer el mundo, Dios creó a los hombres para que participáramos en esa comunidad divina de amor: el Padre con el Hijo Unigénito en el Espíritu Santo" (Puebla, 182). La persona humana existe por el amor de Dios que la creó y por el amor de Dios que la conserva.
Es en el amor divino conde la persona humana encuentra la grandeza y dignidad de su existencia. Esa es la sublimidad y la excelencia de nuestro destino: el ser invitados a entrar a la Comunión Divina de Amor. Allí está nuestra felicidad, allí está nuestra realización humana.
En efecto, el ser humano solamente será fiel a su propia humanidad, en la medida en que sepa abrirse al dinamismo amorizante al cual Dios lo llama. Este dinamismo implica el compromiso personal con Dios así como la apertura hacia nuestros hermanos. De lo contrario, el hombre vive replegado hacia sí mismo en un dinamismo inverso que terminará por asfixiar los anhelos más íntimos que posee toda persona en lo más profundo de su interior. Y es que no puede ser de otra manera, pues la persona humana es, por su propia naturaleza, un ser para el encuentro.
JESÚS NOS MUESTRA EL VERDADERO AMOR
Es en la persona del Señor Jesús donde descubrimos el horizonte pleno del Amor. En el Hijo de Santa María se nos revela el sentido de nuestra vocación a ser persona humana, viviendo el dinamismo del amor. El misterio de la Anunciación-Encarnación del Verbo nos pone de manifiesto los alcances del amor divino. Dios se hace hombre, se anonada haciéndose Hijo de Mujer dando inicio al camino para nuestra reconciliación con este invalorable gesto de amor: "Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna" (Jn 3, 16). El amor de Jesús no conoce límites. Amando a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn 13, 1), ofreciéndose a sí mismo como prenda de reconciliación por nosotros en el altar de la Cruz, mostrándonos de esta forma los alcances del amor cristiano: el amar como Él mismo nos ha amado (Jn 15, 9.12), hasta el punto de dar lo más preciado que posee el hombre como es la propia vida (Jn 15, 13).
Vivir el amor no es un sueño ni una vana ilusión. El amor es real porque Cristo es real. Sabemos que vivir el amor es posible porque Él nos amó primero. Es por ello que podemos decir que optar por el Señor Jesús significa optar por el amor. El compromiso real, auténtico, profundo con el Señor nos introduce de lleno al dinamismo amorizante que nos hace verdaderamente libres, que responde a nuestros interrogantes más íntimos.
ARTESANOS DE LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR
Vivir la opción por el amor implica salir al encuentro de los demás. El amor es comunicación, es autodonación, es entrega generosa, es ayuda solidaria, es apertura cálida y fraterna. En un mundo donde el imperio del anti-amor parece haberse impuesto sobre la vida humana, donde las lacerantes rupturas que aquejan a la humanidad son cada vez más profundas, se alza el urgente desafío de ofrecer una respuesta desde el amor. Construir la Civilización del Amor es nuestra tarea. El auténtico amor cristiano se proyecta en una dinámica transformante personal y social, comprometida y audaz, en un proyecto de vida que busca reedificarlo todo. Ese amor que es don de Dios (Rom 5, 5), nos mueve a vivir la solidaridad y el servicio desde el compromiso auténtico con la persona. Sólo el amor puede ser germen y principio de la única revolución que no traiciona al hombre -nos enseña el Papa Peregrino- ...Sólo el amor verdadero constituye, sólo el amor acerca, sólo el amor logra la unión entre los hombres.
CITAS PARA MEDITAR
Guía para la Oración
- La opción por el amor es fundamental: 1Cor 13, 1-4.
- El amor es un don de Dios: Rom 5, 5; Gál 5, 22.
- Estamos invitados a participar del amor divino: Jn 17, 26.
- Con todo lo que esto implica: 1Jn 3, 16.
- Jesús nos enseña a amar como Él nos amó: Jn 15, 9; Jn 15, 12.
- El amor fraterno, tarea ineludible: 1Jn 4, 20-21.
PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO
- ¿Qué significa vivir la dinámica del amor?
- ¿Por qué el amor es una dimensión fundamental de la persona humana? ¿Lo es para ti? ¿Por qué?
- ¿Qué importancia tiene en tu vida vivir una auténtica opción por el amor?
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