Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.
Ernest Hemingway
al final siempre hay algo más.Siempre he vivido on este pensamiento,sobre todo en los momentos más dificiles de mi vida, el ìr aprendiendo que estoy sólo en las manos de Dios, y sólo lo que ÉL piense de mí, gracias hermoso compartir.
ResponderEliminarSanta Teresa de Avila decía que "la vida es una mala noche en una pobre posada". Esta pobre posada que es nuestro ser físico debe ser ayudado con un espíritu firme y libre. Cariños Anawin. Gracias por tu comentario. Saludos desde Buenos Aires.
ResponderEliminarHay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.
ResponderEliminarCaminamos hacia el Cielo, por eso esta ligereza de todo lo que no es Dios.
¡Gracias Susana!Un abrazo. Dios te bendiga.
Gracias Marian. Así es cuanto más ligeros de equipaje ya sea exterior como INTERIOR, más livianitos y LIBRES. La oración de silencio y quietud nos lleva al DESAPEGO y eso es porque nos ponemos en los brazos de Nuestro Señor Jesucristo para que El líbremente, nos transforme y bendiga. Cariños y bendiciones para tí también. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarSólo mil gracias, Dios le pague.
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