Queridos amigos:
Ayer 23 de noviembre 2013, tuve el placer de participar en una ceremonia que tuvo lugar en la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, Parroquia San Martín de Tours, en Capital Federal, ciudad de Buenos Aires. La reunión fue con motivo de la veneración del Icono de la Pantanassa (Reina del Universo), réplica del que se venera en el Monte Athos y al que se le atribuyen grandes milagros de sanación física y espiritual.
Fue un encuentro muy conmovedor debido a la unción y la profundidad que reinó durante todo el acto. El magnífico coro dirigido por mi gran amiga, Clara Cortazar, acompañó el ritual en el que se pronunció 150 veces el "ALÉGRATE" evangélico, seguido de distintas peticiones a la Madre del Señor. Fuimos también ungidos con el óleo sagrado.
Todo ello me trajo a la memoria a nuestro querido Cardenal Tomás Spidlik, un estudioso y gran constructor de diálogo con las iglesias cristianas orientales, quien escribió maravillosos textos sobre la oración cristiana oriental. Yo quiero compartirles algunas palabras de nuestro Papa Emérito Benedicto XVI en ocasión de la Misa que celebró en la despedida de sus restos mortales:
"He querido introducir la imagen del «corazón» porque, como muchos de vosotros sabéis, el padre Špidlík la eligió para el lema de su escudo cardenalicio: Ex toto corde, «con todo el corazón"...
..."Hay otro aspecto, un
significado más de la expresión ex toto corde, que seguramente el padre
Špidlík tenía presente y quería manifestar con su lema. También a partir de la
raíz bíblica, en la espiritualidad oriental el símbolo del corazón representa
la sede de la oración, del encuentro entre el hombre y Dios, pero también con
los demás hombres y con el cosmos. Y aquí es preciso recordar que en el escudo
del cardenal Špidlík el corazón, que destaca en el escudo, contiene una cruz en
cuyos brazos se entrecruzan las palabras PHOS y ZOE, «luz» y «vida», que son
nombres de Dios. Por consiguiente, el hombre que acoge plenamente, ex toto
corde, el amor de Dios, acoge la luz y la vida, y se convierte a su vez en
luz y vida en la humanidad y en el universo"...
..."Pero,
¿quién es este hombre? ¿Quién es este «corazón» del mundo, sino Jesucristo? Él
es la Luz y la Vida, porque en él «reside
corporalmente toda la plenitud de la divinidad» (Col 2, 9). En este
símbolo del corazón coinciden Oriente y Occidente, no en un sentido de devoción
sino profundamente cristológico, como pusieron de relieve otros teólogos
jesuitas del siglo pasado"...
Finalmente, Benedicto nos dice:
Con estas hermosas palabras despedía nuestro Santo Padre al querido Cardenal Tomás Spidlík.
Oremos todos juntos:
¡Que la Pantanassa nos bendiga a todos y derrame su sanación tanto física como espiritual sobre todos nosotros! ¡Que el Oriente y el Occidente estén cada vez más unidos pues queremos respirar con AMBOS PULMONES! (como le gustaba decir a nuestro querido Juan Pablo II y al mismísimo Cardenal Spidlík). ¡¡¡QUE ASÍ SEA!!!
Susana: No sé bien qué pasó, pero ayer te perdí de vista al final, y cuando te busqué creo que ya te habías ido. Perdoname que no me despedí de Uds. como debía ser, y que tampoco me saqué la foto que querías. Pero todo lo que pusiste en el blog es hermosísimo, y te lo agradecemos del fondo del CORAZÓN.
ResponderEliminarUn gran abrazo, con la alegría de haber compartido con vos y tu esposo toda esta experiencia de comunicación con la Madre de Dios.
Clara
Gracias Clarita por tus palabras. Fue un momento bellísimo!!! Que se repitan tus invitaciones!!! Beso grande
EliminarGracias Susy por tu aporte en el blog sobre Pantanasa- Hermoso¡¡¡ Hilda Sánchez
ResponderEliminarGracias Hildita. Fue un placer verte allí también!!!
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