jueves, 17 de abril de 2014

LAVATORIO DE PIES

Hay un suizo que dice que la historia de la humanidad cambió cuando Jesús se arrodilló a los pies de los discípulos. Al lavarnos los pies, Jesús nos habla de entrar en comunión a través de la humildad. Cuando quieres mucho a alguien, quieres servir a esa persona, y si alguien me quiere mucho pues debe servirme, es un servicio mutuo; ayudarnos unos a otros, revelarnos unos a otros que somos importantes, de eso trata la amistad, y particularmente el amor de amistad. El Hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir, para que descubramos quiénes somos, qué es lo más importante en nosotros, y cómo podemos convertirnos en este mundo en un signo de paz. Dice el evangelio, que "si tú crees en mí, harás las mismas obras que yo he hecho, o incluso mayores obras"…»
Jean Vanier, Retiro para Fe y Luz (España 2007)
 
 

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