lunes, 27 de septiembre de 2010

VIGILAD Y ORAD

P. Thomas Keating

Un éxtasis físico es una debilidad corporal: cuando los sentidos no están preparados para percibir las comunicaciones de Dios en toda su integridad, símplemente ceden y uno es llevado fuera del cuerpo. Personas místicas maduras que han rebasado o superado esa etapa, raramente tienen un éxtasis corporal. En ellos las comunicaciones espirituales se han integrado con la naturaleza física y ésta tiene la fortaleza necesaria para recibir a aquéllas sin los inconvenientes de antes.

El triunfo de la gracia en la persona que ora contemplativamente buscando la unión con Dios, hace que vivan sus vidas ordinarias en forma divinizada. Todos sus actos son inspirados por el Espíritu. La unión transformadora sin embargo, no es un pase de cortesía para obtener felicidad en este mundo. La vida, una vez que uno está en unión con Dios y habiendo superado las limitaciones de nuestro yo conciente, se convierte en lo que Dios disponga. Las personas que logren vivir en paz en medio de situaciones difíciles, progresarán enormemente en su camino espiritual, no obstante se trata de un camino largo. La transformación de la persona es progresiva y será el Espíritu Santo el que los inspire y motive en todo lo que hagan.

La oración contemplativa, como lo hemos dicho ya muchas veces, no es un fin en sí mismo, sino un comienzo. No se practica para sentir o tener una experiencia sino para que derrame sus frutos positivos en la vida de la persona. Nos abrimos a Dios más allá de todo pensamiento, imagen y emoción.

Es buena idea no dar importancia a cualquier experiencia que surja durante el tiempo de la oración: ya sean lágrimas, sonrisas, dolor, todo deberá ser considerado como un pensamiento o distracción más y simplemente deberemos ignorarlos, dejarlos ir y retornar muy suavemente a la palabra sagrada de nuestra meditación. A Dios le encanta que la Santidad de sus amigos permanezca oculta, y especialmente que ni ellos mismos la perciban. Si algunas personas se convencen de que están logrando demasiado con su oración, puede que de vez en cuando requieran una pequeña ayuda para hacerlos aterrizar. La meditación u oración contemplativa no establece la vanagloria de nadie.

Al comienzo preocuparán las barcas que pasan y habrá interés por lo que contienen. Sólo hay que dejarlas pasar. Esta es la disciplina principal: debemos evitar todo aquello que nos aleje aún más del silencio interior que es el objetivo primordial de esta oración.

La oración contemplativa implica una forma muy íntima de despredimiento. No se trata tan sólo de una experiencia refrescante que podría confundirse con un momento de recreación espiritual y que sin duda puede ser un efecto secundario. Este tipo de oración requiere sin embargo, una negación de aquéllo a lo cual estamos más apegados, es decir, a nuestros propios pensamientos o sentimientos más ocultos y a su fuente: el "Falso Yo".

Todo pensamiento, toda reflexión será un paso atrás en la experiencia porque ello implicará tener que comenzar denuevo. Esta tendencia a reflexionar es una de las cosas más difíciles de manejar en este tipo de oración. Queremos saborear ese momento de gozo puro, experiencia pura, conciencia pura. Si somos capaces de dejar ir esta tentación y retornamos suavemente a la palabra sagrada, se pasa a un nuevo nivel de liberación y por lo tanto a un gozo más refinado.

La presencia de Dios es como el aire que respiramos. Podemos tomar todo el que queremos, siempre y cuando no tratemos de tomar posesión de este aire y buscar aferrarnos a él. El Espíritu de Dios nos lleva por el camino del desapego, por el camino de la verdadera libertad de los hijos de Dios.

2 comentarios :

  1. Te envío una spalabras de Juan de Yepes, San Juan de la Cruz, que están en el prólogo de los Dichos de Luz y Amor: Amas tú, Señor, la discreción, amas la luz, amas el amor por encima de las demás operaciones del alma; por eso, estos dichos serán de discreción para el caminar, de luz para el camino y de amor en el caminar.
    QUÉDESE, PUES, LEJOS LA RETÓRICA DEL MUNDO; qUÉDENSE LAS PARLERÍAS Y ELOCUENCIA SECA DE LA HUMANA SABIDURÍA, FLACA E INGENIOSA, DE QUE TU NUNCA GUSTAS Y HABLEMOS PALABRAS AL CORAZON BAÑADAS DE DULZOR Y AMOR, DE QUE TU BIEN GUSTAS... para evitar tropiezos a las almas. Esto vale para la contemplación, para el Amor humano y para todo. Espero estés de acuerdo.
    Con el Santo, claro que es quien lo dice. Un beso

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  2. Qué hermoso para publicarlo en el foro. ¿No te parece? Me encanta que me compartas escritos de San Juan de la Cruz, sin duda el mejor del Siglo de Oro Español. Gracias y besos desde Argentina para toda España, país en el que tengo muchos amigos!!!

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