Sólo la oración tiene poder sobre Dios (Tertulliano acerca de la oración)
"No sabemos orar como conviene", decía san Pablo en la carta a los Romanos. Nadie podría enseñarnos a orar como Jesús y, por eso, le suplicamos como sus discípulos: "Señor, enséñanos a orar". El Espíritu viene en nuestra ayuda. Y nos enseña a través de personas inspiradas, que nos comunican su experiencia de oración y nos muestran el camino. El texto que ahora presento es muy antiguo, pero resuena hoy como aquel lejano ayer. Es un texto de Tertuliano, apologeta cristiano (ca. 160 – ca. 220) en su libro "Sobre la Oración". Merece la pena meditarlo con atención, porque nos invita a ejercer nuestro sacerdocio fundamental cristiano haciendo una ofrenda espiritual: la oración pero dentro de un contexto ecológico .
La oración – ofrenda espiritual
La oración es una ofrenda espiritual que ha eliminado los antiguos sacrificios.
¿Qué me importa -dice- el número de vuestros sacrificios? Estoy harto de holocaustos de carneros, de grasa de becerros; la sangre de toros, corderos y chivos no me agrada. ¿Quién pide algo de vuestras manos?
El Evangelio nos enseña qué es lo que pide el Señor:
Llega la hora -dice- en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque Dios es espíritu y, por esto, tales son los adoradores que busca.
Nosotros somos los verdaderos adoradores y verdaderos sacerdotes, ya que, orando en espíritu, ofrecemos el sacrificio espiritual de la oración, la ofrenda adecuada y agradable a Dios, la que él pedía, la que él preveía.
Esta ofrenda,
La oración – ofrenda espiritual
La oración es una ofrenda espiritual que ha eliminado los antiguos sacrificios.
¿Qué me importa -dice- el número de vuestros sacrificios? Estoy harto de holocaustos de carneros, de grasa de becerros; la sangre de toros, corderos y chivos no me agrada. ¿Quién pide algo de vuestras manos?
El Evangelio nos enseña qué es lo que pide el Señor:
Llega la hora -dice- en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque Dios es espíritu y, por esto, tales son los adoradores que busca.
Nosotros somos los verdaderos adoradores y verdaderos sacerdotes, ya que, orando en espíritu, ofrecemos el sacrificio espiritual de la oración, la ofrenda adecuada y agradable a Dios, la que él pedía, la que él preveía.
Esta ofrenda,
- ofrecida de corazón,
- alimentada con la fe,
- cuidada con la verdad,
- íntegra por la inocencia,
- limpia por la castidad,
- coronada con el amor,
es la que debemos llevar al altar de Dios, con el acompañamiento solemne de las buenas obras, en medio de salmos e himnos, seguros de que con ella alcanzaremos de Dios cualquier cosa que le pidamos.
La oración escuchada
¿Qué podrá negar Dios, en efecto, a una oración que procede del espíritu y de la verdad, si es él quien la exige? Hemos leído, oído y creído los argumentos que demuestran su gran eficacia.
En tiempos pasados, la oración liberaba
La oración escuchada
¿Qué podrá negar Dios, en efecto, a una oración que procede del espíritu y de la verdad, si es él quien la exige? Hemos leído, oído y creído los argumentos que demuestran su gran eficacia.
En tiempos pasados, la oración liberaba
- del fuego,
- de las bestias,
- de la falta de alimento,
y sin embargo no había recibido aún de Cristo su forma propia.
¡Cuánta más eficacia no tendrá, pues, la oración cristiana! Ciertamente,
¡Cuánta más eficacia no tendrá, pues, la oración cristiana! Ciertamente,
- no hace venir el rocío angélico en medio del fuego,
- ni cierra la boca de los leones,
- ni transporta a los hambrientos la comida de los segadores (como en aquellos casos del antiguo Testamento);
- no impide milagrosamente el sufrimiento,
- sino que, sin evitarles el dolor a los que sufren,
- los fortalece con la resignación,
- con su fuerza les aumenta la gracia para que vean, con los ojos de la fe, el premio reservado a los que sufren por el nombre de Dios.
En el pasado, la oración
- hacía venir calamidades,
- aniquilaba los ejércitos enemigos,
- impedía la lluvia necesaria.
Ahora, por el contrario,
- la oración del justo aparta la ira de Dios,
- vela en favor de los enemigos,
- suplica por los perseguidores.
- ¿Qué tiene de extraño que haga caer el agua del cielo, si pudo impetrar que de allí bajara fuego?
La oración es lo único que tiene poder sobre Dios; pero Cristo no quiso que sirviera para operar mal alguno, sino que toda la eficacia que él le ha dado ha de servir para el bien.
Por esto, su finalidad es:
Por esto, su finalidad es:
- servir de sufragio a las almas de los difuntos,
- robustecer a los débiles,
- curar a los enfermos,
- liberar a los posesos,
- abrir las puertas de las cárceles,
- deshacer las ataduras de los inocentes.
La oración sirve también
- para perdonar los pecados,
- para apartar las tentaciones,
- para hacer que cesen las persecuciones,
- para consolar a los abatidos,
- para deleitar a los magnánimos,
- para guiar a los peregrinos,
- para mitigar las tempestades,
- para impedir su actuación a los ladrones,
- para alimentar a los pobres,
- para llevar por buen camino a los ricos,
- para levantar a los caídos, para sostener a los que van a caer,
- para hacer que resistan los que están en pie.
El cosmos en oración
- Oran los mismos ángeles,
- ora toda la creación,
- oran los animales domésticos y los salvajes, y doblan las rodillas y, cuando salen de sus establos o guaridas, levantan la vista hacia el cielo y con la boca, a su manera, hacen vibrar el aire.
- También las aves, cuando despiertan, alzan el vuelo hacia el cielo y extienden las alas, en lugar de las manos, en forma de cruz y dicen algo que asemeja una oración.
- ¿Qué más podemos añadir acerca de la oración? El mismo Señor en persona oró; a él sea el honor y el poder por los siglos de los siglos.
Gracias, que Dios nos conceda el DON de la ORACIÓN, un saludo.
ResponderEliminar¡¡¡Así es!!! ¡Es una gracia! Pidámosla con fe y practiquémosla diariamente, siguiendo el consejo de San Pablo que nos dice "oren sin cesar".
ResponderEliminarMuchas gracias, a usted por su apoyo, qu Dios la bendiga en su sencillez,gracias.
ResponderEliminar¡Que hermoso su pot, y que importante!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Susana!
Santa Semana.
Dios la bendiga.
Garcias Marian querida. Se trata de compartir, gracias a la tecnología, hermosos textos que nos llevan de la mano por el Camino del Señor.
ResponderEliminar¡Mi Dios y mi todo! Quiero repetir estas palabras y hacerlas vida de mi vida...
ResponderEliminar¡Muchas gracias Susana!
Un abrazo. Dios te bendiga!!!
¡Felices pascua! gracias.
ResponderEliminar¡Feliz Pascua de resurrección!
ResponderEliminar¡ALELUYA!
Dios te llene de bendiciones.
Querida Marian me disculpo por no haberte respondido antes, pero hubo un gran temporal en mi zona, algo parecido a un tornado que afectò muchìsimo las comunicaciones y aùn estoy sin Internet debiendo recurrir a un Cyber que no està muy cerca de casa. Me encomiendo a vuestras oraciones. Gracias por vuestros comentarios.
EliminarPaz y Bien *
ResponderEliminarHola hermanita Susana que bendito y hermoso blog tienes !!!
y que alegrìa puès asi decìa nuestro Bienaventurado San Francisco de Asis *
MI DIOS Y MI TODO ♥ ♥ ♥
Gracias por compartir y estar Susy ♥
y como dice Marian * ♥ Feliz Pascua hermanita ♥ *
Paz y Bien *