Un aporte de mi amigo Adrián José.
Ejercicios para el próximo retiro espiritual. Que cualquiera puede practicar por si mismo.
Ejercicio 0:Propósito del ejercicio: aquietar las aguas interiores.
Ejercicios para el próximo retiro espiritual. Que cualquiera puede practicar por si mismo.
Ejercicio 0:Propósito del ejercicio: aquietar las aguas interiores.
Muchas veces uno se
sienta a meditar sin estar listo para hacerlo...
¿A qué me refiero? A la situación donde uno trae en la cabeza un bagaje de cosas, las cuales nos tienen en un estado de excitación y euforia tal, que se hace imposible sostener la atención en la escucha de los sonidos exteriores, menos meditar en profundidad y menos aun darse cuenta de algún bloqueo o menos aun contemplar de manera sostenida...
Creo que para estos casos
es bueno el "Ejercicio 0", donde lo mejor es hacer una caminata
solitaria, lenta, tranquila, observando la naturaleza, ¿A qué me refiero? A la situación donde uno trae en la cabeza un bagaje de cosas, las cuales nos tienen en un estado de excitación y euforia tal, que se hace imposible sostener la atención en la escucha de los sonidos exteriores, menos meditar en profundidad y menos aun darse cuenta de algún bloqueo o menos aun contemplar de manera sostenida...
y después sentarse y
aguardar un poco en quietud y con los ojos cerrados, hasta que el cuerpo ceda
poco a poco, observar la respiración y luego repetir la plegaria, hasta que las
aguas se aquieten y el barro se deposite en el fondo...
O sea que sería meditar
del modo habitual, pero con más calma, sabiendo que tenemos todo el tiempo del
mundo por delante. Aunque no sea real, por que un día moriremos, así que un
poco de voluntad hacia el silenciamiento es bueno aplicar...
En todo caso es bueno realizar el ejercicio 0 antes de empezar con el 1.
Ejercicio 1:
En todo caso es bueno realizar el ejercicio 0 antes de empezar con el 1.
Ejercicio 1:
Propósito de ejercicio: identificar los obstáculos para entregarnos a la
oración contemplativa.
Puede tomar dos o tres
horas practicar este ejercicio. Para comenzar es importante saber que hay dos
tipos de atención, una focalizada y la otra panorámica. En la focalizada la
atención se centra en una sola cosa y en la panorámica se distribuye en todo lo
que sucede. Pero también hay algo muy importante que en general se da solo,
pero saberlo no viene demás. Esto es, que al situar la atención en un objeto
podemos hacerlo de dos maneras también: una es proyectando nuestro conocimiento
y nuestro juicio sobre el objeto y la otra es percibiendo el objeto de una
manera pura o transparente, o sea, sin inmiscuir mis conocimientos, pensares o
juicios sobre él. La situación correcta es muy similar al percibir pero sin que
me importe lo que percibo. Por ejemplo, si escucho ladrar un perro, no analizo
si es grande o pequeño y si estoy a salvo de él, ya que si fuera así, no me
serviría para este ejercicio el ladrido de un perro, convendría focalizarme en
el sonido del viento, o en mi respiración o en mi cuerpo.
El ejercicio consiste en
sentarse en meditación, y situar la atención focalizada en cualquier cosa que
esté sucediendo fuera de la cabeza.
Puede ser el canto de un pájaro, el cuerpo,
la respiración, etc.
No importa si se cambia de objeto; lo importante es
mantener la atención fuera de la mente, de las propias emociones, pensamientos,
juicios y conocimientos, el tiempo suficiente para tomar distancia de lo que
sucede en ella y lograr esa habilidad simple de ver sin proyectarme en lo que
veo. Crear un observador y distanciar el observador de lo observado lo más
posible. Una o dos horas.
Al tomar distancia de
esta manera, se puede observar la mente, y lo que encontraremos será nuestro
ego, reflejado en emociones, pensamientos, juicios y conocimientos, formando un
muro de protección que impedirá vernos tal cual somos, contraponiendo esa
hermosa imagen que tenemos de nosotros mismos.
Entonces, al observar ese
muro, debemos cuestionarnos el por qué está allí, ¿de qué quiere protegerme? El
problema es que al necesitar protegernos de algo generamos tal tensión
emocional, que no nos permite sentir el gozo del presente. Una de las maneras
de deshacer el muro es reconocer el por qué está allí, el ser conscientes de él
y de qué me protege. Preguntarnos, por ejemplo, si el muro emocional es por
ira, porque no nos dan la importancia que queremos, o tristeza por no sentirnos
queridos, o miedo, etc. O sea, usar palabras para identificarlo, reconocerlo y
verlo en detalles.
Y seguramente cuando demos con la respuesta correcta, la
tensión emocional egoica desaparecerá, permitiéndonos ser y sentir en libertad.
Entonces sobreabundará la
paz. Luego meditaremos con la plegaria y seguramente todo nuestro ser repetirá
la plegaria de una manera unificada, ya que el ego no molestará. Repetir la
plegaria unificando todo el ser en la oración, ya que el clima interior será
entonces muy propicio para la unificación. Contemplación.
Ejercicio 2:
Propósito: Sostener la atención a lo largo del día
Propósito: Sostener la atención a lo largo del día
En el ejercicio 1
descubrimos los obstáculos y los deshacemos. En el 2 no dejamos que aparezcan: vamos al origen.
Consiste en estar atentos todo el día para no generar muros, principalmente al relacionarnos con los demás, y sostener el gozo interior y la oración. Contemplación.
Consiste en estar atentos todo el día para no generar muros, principalmente al relacionarnos con los demás, y sostener el gozo interior y la oración. Contemplación.
Para realizarlo debemos,
ante cada acción, focalizar la atención en la intención. Saber qué me mueve a
hacer o decir o pensar en algo. Reconocer si estoy armando un nuevo muro o
tensión emocional, en los comienzos de la edificación del mismo.
Si es así, lo
mejor es, como dice un amigo monje, dejarnos derribar en el primer golpe. El
golpe dolerá pero la sensación será mucho menos dañina que construir un nuevo
muro.
Ejercicio 3:
Propósito: Adquirir la habilidad para detectar y disolver muros rápidamente.
Propósito: Adquirir la habilidad para detectar y disolver muros rápidamente.
Cuando se usan el
ejercicio uno y dos por un tiempo, se comienzan a generar herramientas internas
de reconocimiento, y no hace falta tanto tiempo para llegar a la contemplación.
Consiste en adquirir una habilidad personal en silenciar el diálogo con los
pensamientos, y relajar las tensiones emocionales previas a que se generen
nuevos muros. Ya no habrá golpes ni dolores, solo risa delante de nosotros
mismos y nuestros mecanismos de acción y reacción.
Esto nos permitirá percibir
y vivir en conciencia y libertad, contemplando casi constantemente.
Ejercicio 4
Propósito: Incorporar la voluntad
Propósito: Incorporar la voluntad
Parecido al primero, pero
le sumaré la voluntad. Antes hablaba de este ejercicio como del control de la
mente para conducirla a la compasión, y es lo mismo, creo, pero sin ser
esotérico. Es algo así: Deseen la felicidad de todos los seres que los rodean
en este momento y hagan lo necesario para que estos seres sean realmente
felices... Seguramente se levante un nuevo muro, que estará muy relacionado al
juicio y al poder... así que, como en el ejercicio uno, hay que disolverlo....
Este es un entrenamiento natural a lo que siempre debimos haber sido con
respecto al amor a uno mismo y al prójimo, ya que corroboraremos de una manera
muy sencilla y experiencial que el amor a uno mismo es en el prójimo y que
nunca se separa de la oración.
HERMOSO LO VOY A SEGUIR VIENDO UN POCO TODOS LOS DIAS EL ANTERIOR YA LO HABIA VISTO HERMOSO COMO TODOS GRACIAS POR TANTA DEDICACION AL PROJIMO TKM MINNIE
ResponderEliminarMuchas gracias Minnie. Beso grandote!
EliminarGracias una muy buena naturaleza y bendecida luz en esenianza Dios los bendiga amen
EliminarGracias Anónimo. Igualmente para tí.
EliminarSusana:
ResponderEliminarMuy bueno tu blog.
Muy enriquecedor y ayuda mucho.
Creo que es un gran trabajo el que haces.
Gracias por compartirlo.
Cariños.
Margarita Michel
Gracias Margarita. Todo es gracias a vuestras oraciones y apoyo constante.
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