"El abandono en las manos de Dios se vive en dos tiempos: el pasado y el futuro.
Respecto
a tiempo pasado toma el nombre y forma de reconciliación. El cristiano
debe ir apagando angustias, suavizando las tensiones, aceptando todo lo
que tiene las fronteras clausuradas (hechos consumados).
Respecto
a tiempo futuro, el abandono podría recibir el nombre de sabiduría,
según la cual todo lo que me va a acontecer desde este instante hasta el
fin de mis días puede encerrarse en la simplicidad de las mismas
preguntas pero desde dos puntos de vista diferentes (a y b):
... a) ¿cabe hacer algo?, ¿depende de mi?: en este caso, ¡manos a la obra!.
...
b) ¿todo está consumado?, ¿están las fronteras clausuradas?,
entonces - en este otro caso - yo me abandono en ti, Padre mio.
Ahora vamos a imaginar que las posibilidades están abiertas. Las presentes reflexiones se hacen sobre ese supuesto.
En
toda la historia que me resta de vida, desde ahora hasta la sepultura,
la sabiduría me aconseja discernir entre el esfuerzo y los resultados.
La
etapa del esfuerzo es nuestra hora: organizamos el frente de batalla;
hacemos cuenta de que el Padre no entra en este juego, no es la hora
del abandono sino de la acción, como si todo dependiera de nosotros;
buscamos colaboración armando grupos compactos; no descuidamos detalle
ni ahorramos esfuerzo ...
Pero ¿qué sucede?
Sucede
que si el esfuerzo depende de nosotros, el resultado del esfuerzo no
depende de nosotros sino de una completa combinación de causalidades,
cuyo análisis se no se escapa casi siempre: estado de ánimo, deficiente
preparación, clima desabrido, descuido de detalles y, sobre todo, las
mil reacciones psicológicas de las personas a las que iba dirigida mi
acción ...
ro, situados en la óptica de la fe, nosotros sabemos que todas las cosas, en última instancia, dependen del Padre ...
... de aquí emerge nítidamente una conclusión práctica: si el esfuerzo depende de mi y el resultado no depende de mi, estamos comprometidos con el esfuerzo y no con el resultado.
Con otras palabras:
"a
la hora del esfuerzo, damos la batalla y, a la hora de los resultados,
nos abandonamos, depositandolos en las manos del Padre"
Sí que es para reflexionar, ¿verdad?
¡Que tengan un buen día y que Dios bendiga vuestras acciones con respecto a los resultados esperados!
Besos y abrazos para todos.
Hola susana Paz y Bien *
ResponderEliminarGracias por estar y compartir !!! que hermoso es el nombre de tu blog, asi decìa siempre San Francisco * MI DIOS Y MI TODO * El Padre Larrañaga siempre nos deja reflexiones y oraciones tan hermosas !!!!
que tengas un feliz y bendecido fin de semana hermanita !!!
un abrazo !!!!
Paz y Bien *
Gracias Julieta!!! Hermoso tambièn todo lo tuyo!!! Que Dios te colme de bendiciones a tì tambièn!!!
Eliminar¡Que importante Susana! Este hombre es todo un profeta, un santo. Yo he hecho E.E. con el, y
ResponderEliminarfue todo un regalo.
Un abrazo. ¡Feliz semana!
Dios te bendiga.
Gracias Marian. Me encanta Larrañaga como a tì. Nos enseña tanto!!! Feliz Fin de Semana para tì tambièn. Dios te colme de bendiciones!!!
EliminarEs verdad que esta muy bien lo he copiado, este Padre es realmente un hombre de Dios he tenido la oportunidad de leer algun lbro de él, y es en verdad de gran experiencia de Dios y de oración, gracias por compartir vida, un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Soledad, si no lo has leído te recomiendo el libro "Muéstrame tu rostro" del Padre Larrañaga. Te va a encantar.
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