Si bien discrepo con Leonardo Boff en algunos aspectos de su teología, me parecería injusto no publicar este interesante escrito. Sin embargo, es dable puntualizar que nuestro Papa no deja de ponderar nuestra riquísima tradición ni las enseñanzas de la Iglesia como resultado de la reflexión de tantos grandes místicos intelectuales que nos ha regalado. En este bendito año 2013 que ya se está yendo (en Buenos Aires, el reloj marca las 13:41 hs) agradezco personalmente al Señor el haber designado a este PASTOR, como Obispo de Roma y Jefe de nuestra Iglesia Católica, así con mayúsculas. Este Papa me ha ayudado a discernir y a tomar decisiones importantísimas para mi vida espiritual, se lo he dicho en una carta. A él y a sus antecesores del siglo XX les estaré eternamente agradecida por haberme enseñado tanto.
Me alegro que figuras que han estado tan peleados con la Iglesia institución, vean en Francisco alguien que los acoge con la ternura de Cristo.
Me alegro que figuras que han estado tan peleados con la Iglesia institución, vean en Francisco alguien que los acoge con la ternura de Cristo.
¡FELIZ 2014 EN CRISTO Y MARIA PARA TODOS!
Aquí va el artículo de Boff:
En medio del malestar mundial hay lugar para la alegría
2013-12-31
En medio del innegable malestar mundial irrumpió sorprendentemente
este año una figura que nos devolvió esperanza, alegría y gusto por la
belleza: el Papa Francisco. Su primer texto oficial lleva como título
Exhortación Apostólica Alegría del Evangelio. Un texto entreverado de
alegría, de las categorías del encuentro, de la proximidad, de la
misericordia, del lugar central de los pobres, de la belleza, de la
“revolución de la ternura” y de la “mística del vivir juntos”.
Tal mensaje es un contrapunto a la decepción y al fracaso ante las promesas del proyecto de la modernidad de traer bienestar y felicidad para todos. En realidad está poniendo en peligro el futuro de la especie por el asalto avasallador que sigue haciendo sobre los bienes y servicios escasos de la Madre Tierra. Bien dice el Papa Francisco: «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las posibilidades de placer pero encuentra muy difícil engendrar la alegría» (Exhortación, nº7). El placer es cosa de los sentidos. La alegría es cosa del corazón. Y nuestro modo de ser es sin corazón.
Tal mensaje es un contrapunto a la decepción y al fracaso ante las promesas del proyecto de la modernidad de traer bienestar y felicidad para todos. En realidad está poniendo en peligro el futuro de la especie por el asalto avasallador que sigue haciendo sobre los bienes y servicios escasos de la Madre Tierra. Bien dice el Papa Francisco: «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las posibilidades de placer pero encuentra muy difícil engendrar la alegría» (Exhortación, nº7). El placer es cosa de los sentidos. La alegría es cosa del corazón. Y nuestro modo de ser es sin corazón.
No es una alegría de bobos alegres que lo son sin saber por qué. Brota
de un encuentro con una Persona concreta que le suscitó entusiasmo, lo
elevó y simplemente lo fascinó. Fue la figura de Jesús de Nazaret. No se
trata de aquel Cristo cubierto de títulos de pompa y gloria que la
teología posterior le confirió. Es el Jesús del pueblo sencillo y pobre,
de las carreteras polvorientas de Palestina que traía palabras de
frescor y de fascinación. El Papa Francisco da testimonio del encuentro
con esa Persona. Fue tan arrebatador que cambió su vida y le creó una
fuente inagotable de alegría y de belleza. Para él evangelizar es
rehacer esta experiencia, y la misión de la Iglesia es recuperar el
frescor y la fascinación por la figura de Jesús. Evita la expresión ya
oficial de “nueva evangelización”. Prefiere “conversión pastoral” hecha
de alegría, belleza, fascinación, proximidad, encuentro, ternura, amor y
misericordia.
Qué diferencia con sus predecesores de siglos anteriores que presentaban un cristianismo como doctrina, dogma y norma moral. Se exigía adhesión inquebrantable y sin el menor asomo de duda, pues gozaba de las características de la infalibilidad.
El Papa Francisco entiende el cristianismo en otra clave. No como una doctrina, sino como un encuentro personal con una Persona, con su causa, con su lucha, con su capacidad para afrontar las dificultades sin huir de ellas. Agradan sobremanera las palabras contenidas en la Epístola a los Hebreos donde se dice que Jesús “pasó por las mismas pruebas que nosotros… que experimentó todas las flaquezas… que entre gritos y lágrimas suplicó a aquel que podía salvarlo de la muerte y que no fue atendido en su angustia”, según los estudios de dos grandes sabios de las Escrituras, A. Harnack y R. Bultmann, que dan esta versión en lugar de la que está en la Epístola: “y fue escuchado en atención a su piedad” (eusebeia en griego puede significar, además de piedad, también angustia) “y aprendió a obedecer mediante el sufrimiento”(Hebreos 4,15; 5,2.7-8).
Qué diferencia con sus predecesores de siglos anteriores que presentaban un cristianismo como doctrina, dogma y norma moral. Se exigía adhesión inquebrantable y sin el menor asomo de duda, pues gozaba de las características de la infalibilidad.
El Papa Francisco entiende el cristianismo en otra clave. No como una doctrina, sino como un encuentro personal con una Persona, con su causa, con su lucha, con su capacidad para afrontar las dificultades sin huir de ellas. Agradan sobremanera las palabras contenidas en la Epístola a los Hebreos donde se dice que Jesús “pasó por las mismas pruebas que nosotros… que experimentó todas las flaquezas… que entre gritos y lágrimas suplicó a aquel que podía salvarlo de la muerte y que no fue atendido en su angustia”, según los estudios de dos grandes sabios de las Escrituras, A. Harnack y R. Bultmann, que dan esta versión en lugar de la que está en la Epístola: “y fue escuchado en atención a su piedad” (eusebeia en griego puede significar, además de piedad, también angustia) “y aprendió a obedecer mediante el sufrimiento”(Hebreos 4,15; 5,2.7-8).
En la evangelización tradicional todo pasaba por la inteligencia intelectual (intellectus fidei),
expresada por el credo y por el catecismo. En la Exhortación, el Papa
Francisco llega a decir que «hemos aprisionado a Cristo en esquemas
aburridos… privando así al cristianismo de su creatividad» (nº 11). En
su versión, la evangelización pasa por la inteligencia cordial (intellectus cordis)
porque ahí tiene su sede el amor, la misericordia, la ternura y el
frescor de la Persona de Jesús. Ella se expresa por la proximidad, por
el encuentro, por el diálogo y por el amor. Es un
cristianismo-casa-abierta para todos, «sin fiscales de doctrina», no una
fortaleza cerrada que intimida.
Ese es, pues, el cristianismo que necesitamos, capaz de producir
alegría, pues todo lo que nace verdaderamente de un encuentro profundo y
verdadero genera una alegría que nadie puede quitar. Es como la alegría
de los sudafricanos en el entierro de Mandela: nacía del fondo de
corazón y movía todo el cuerpo.
En nuestra cultura mediática e internética nos falta ese espacio de
encuentro, de ojos en los ojos, cara a cara, piel a piel. Para eso
tenemos que realizar “salidas”, palabra que repite siempre el Papa.
“Salida” de nosotros mismos hacia el otro, “salida” a las periferias
existenciales (las soledades y los abandonos) “salida” hacia el universo
de los pobres. Esa “salida” es un verdadero “Éxodo” que trajo alegría a
los hebreos libres del yugo del faraón.
Nada mejor que recordar el testimonio de F. Dostoievski al “salir” de la
Casa de los Muertos en Siberia: «A veces Dios me envía instantes de
paz; en esos instantes, amo y siento que soy amado; en uno de esos
momentos compuse para mí mismo un credo, donde todo es claro y sagrado.
Ese credo es muy sencillo. Es éste: creo que no existe nada más bello,
más profundo, más simpático, más humano, más perfecto que Cristo; y me
lo digo a mi mismo con un amor celoso, que no existe ni puede existir. Y
más que eso: si alguien me probara que Cristo no está en la verdad y
que ésta no se encuentra en él, prefiero quedarme con Cristo a quedarme
con la verdad».
El Papa Francisco haría suyas estas palabras de Dostoievski. No es una
verdad abstracta que llena la vida, sino el encuentro vivo con una
Persona, con Jesús, el Nazareno. A partir de él la verdad se hace
verdad. Si el 2014 nos trae un poco de ese encuentro (llámenlo Cristo,
lo Profundo, el Misterio en nosotros, lo Sagrado de todo ser), entonces
habremos cavado una fuente de donde brota una alegría que es
infinitamente mejor que cualquier placer inducido por el consumo.
Muchas gracias por su mail y su servicio estimada Susana.
ResponderEliminarRezo por las personas e intenciones encomendadas en la Misa del 2 de enero, fiesta de los santos Basilio y Gregorio.
Que el Señor le regale un muy buen año 2014, junto a toda su familia.
En Cristo y María
Enrique, osb
¡¡¡Gracias querido Padre Abad Enrique!!! ¡¡¡Que los Padres Capadocios lo bendigan a usted también junto a toda su comunidad!!!
EliminarQueridos míos para el próximo año te dejo la bendición que se imparte al final de la Santa Misa del primero de enero.
ResponderEliminarDios Padre, fuente y principio de todo
bien, les conceda su gracia, derrame
sobre ustedes una abundante bendición
y los conserve sanos y salvos durante
todo el año. R/ Amén
Él los mantenga íntegros en la fe, les
conceda una esperanza generosa, y los
haga perseveran en la caridad. R/ Amén
Él guíe ne la paz las acciones de Ustedes,
escuche siempre sus plegarias y
los conduzca a la vida eterna. R/ Amén.
Y que la bendición de Dios todo poderoso, del
Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo,
descienda sobre Ustedes y permanezca para siempre. R/ Amén
Además te regalo el video que sigue. Abrazo y besos para vos y los tuyos. Padre Oscar Marchesi
Pica sin miedo en la dirección que sigue.
http://www.youtube.com/watch?v=a3ePkuntzGI
Gracias querido Padre Oscar. Mañana, Dios mediante, nos estamos viendo en la Misa de 20 hs.
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