ACERCA DE LA DIMENSION MONASTICA DEL SER HUMANO
Cuando la persona
desarrolla todas sus potencialidades se llega al “arquetipo del maestro” o como
aquí vamos a ver, siguiendo a Raimon Pannikar, el “arquetipo del monje”, que en
el fondo no es otra cosa que llegar a ser contemplativos, “amigos de Dios”.
Dice Pannikar: “Este arquetipo monástico bajo diferentes nombres lo
encontramos en la mayoría de las tradiciones humanas. Por eso es bastante
comprensible que precisamente quienes han cultivado esta dimensión con más
diligencia hayan intentado institucionalizarla. Y ésta es la paradoja: una
vez lo monacal es institucionalizado, empieza a ser una especialización y corre
el riesgo de ser exclusivo…Las instituciones son necesarias, y cuanto más
humana es una necesidad más necesaria es la institución. El matrimonio
podría ser un ejemplo y el monasticismo otro. Pero en el momento en que la
institución monopoliza los valores que representa, aparece el peligro de la
“institucionalización”. Hemos de recuperar la dimensión monástica del
hombre como una dimensión constitutiva del ser humano. Si podemos
demostrar esto entonces lo monacal no es el monopolio de unos pocos, sino que es
una riqueza humana canalizada en diferentes grados de pureza y conciencia por
distintas personas. Pero esta riqueza también puede ser
frustrada. Cada ser humano tiene una dimensión monástica, y cada uno debe
realizarla de forma distinta. El monasticismo en sus formas históricas
habría sido pues no sólo un intento de cultivar esta dimensión primordial de
una forma particular, sino también un compromiso público a desarrollar, de una
forma ejemplar y acorde con el entorno cultural, el núcleo más profundo de
nuestra humanidad”.
Una vez llegados a este punto, Pannikar quiere decirnos lo que él considera que
es ‘ser monje’: “El monje al fin y al cabo se convierte en monje no por un
proceso de reflexión o por un mero deseo, sino que llega a monje como resultado
de un impulso, fruto de una experiencia que eventualmente le conduce a hacer un
cambio y, en último análisis, a romper algo en su vida (vivir una conversión)
por amor de aquella “cosa” que supera o trasciende todo lo demás. Uno no
se hace monje para hacer algo o ni siquiera para alcanzar algo, sino para SER
(todo, uno mismo, el ser supremo…). Por monje, entiendo aquella persona
que aspira alcanzar el fin último de la vida con todo su ser, renunciando a
todo lo que no es necesario para ello, es decir, concentrándose en este único y
singular objetivo. Precisamente esta singularidad, o más bien la
exclusividad del fin que rehúsa todos los demás fines subordinados, aunque
legítimos, distingue al camino monástico de todos los demás caminos
espirituales hacia la perfección o salvación… El monje es una figura
altamente personal. Por eso la tradición ha considerado al eremita -el
idiorrítmico- como el monje perfecto”.
Y ahora expone con nitidez su hipótesis:
“Mi hipótesis es que
lo monacal, es decir, el arquetipo del cual el monje es una expresión,
corresponde a una dimensión de lo humano, de modo que todo ser humano tiene
potencialmente la posibilidad de realizar esa dimensión. Lo monacal es una
dimensión que tiene que ser integrada a otras dimensiones de la vida humana
para conseguir lo humano. No sólo de pan vive el hombre. Arquetipo, para
mí, representa literalmente un “tipo fundamental”, es decir, un constituyente
básico o relativamente permanente de la vida humana. Puede también
significar algo que está escondido en la naturaleza humana, porque es causa y
efecto de nuestro comportamiento básico y nuestras convicciones”.( Cf. R.
PANIKKAR, Elogio de la sencillez, Verbo Divino, Estella (Navarra), 1993)
Gran persona Pannikar. Estoy leyendo su obra sobre la mística y la espiritualidad en sus obras completas. Para leerlo poco a poco, paladeándolo. Joao Josep.
ResponderEliminarQuerido Joao Josep: a mí también me parece alguien muy especial y que merece degustarse como tú dices!!! Beso grande!!!
EliminarSi voy a comprarlo y lo leere co detenimiento porque creo que hay que desmenusar
Eliminarsus palabras hasta la raiz .creo yo raiz.creo yo
Gracias querida hermanita Moni por tu comentario. Pienso que debe ser fascinante como todo la experiencia de este hombre de Dios.
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