Del libro "Mente abierta, corazón abierto" de Thomas Keating
Lo que la oración contemplativa no es:
Lo que la oración contemplativa no es:
La contemplación no es un ejercicio de relajación, sino que ésta puede ser un efecto secundario. No es una técnica sino una forma de oración, una disciplina. Es un método para llevar nuestra relación progresiva con Dios hasta el nivel de FE PURA. Fe pura es la fe que va más allá del nivel mental egoico y de la meditación discursiva y de ciertas acciones, hasta alcanzar el nivel intuitivo de la contemplación.
La meditación cristiana no es una forma de autohipnosis sino el primer peldaño en la escalera que lleva a la oración contemplativa.
El proceso de transformación del alma depende del crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad o amor divino. La oración contemplativa es el fruto de dicho crecimiento y lo fomenta.
No se trata de un fenómeno parapsicológico, como la precognición (saber de antemano), el conocimiento de lo que sucede en la distancia, el control sobre las funciones corporales, tales como los latidos del corazón y la respiración, experiencias como salirse del cuerpo, de levitación, y otros fenómenos extraordinarios de orden sensorial o psíquico.
Dichas manifestaciones que incluyen locuciones, levitaciones y visiones de todo tipo, han sido sensacionales en las vidas de algunos santos. La tradición cristiana, sin embargo, siempre ha aconsejado que se eviten dentro de lo posible, tales dones extraordinarios, porque es difícil seguir siendo humilde una vez que se han recibido.
No podemos permitir que estos fenómenos parapsicológicos, por impresionantes que sean, nos saquen de nuestro centro o nos distraigan de nuestro tiempo de oración/meditación. Debemos siempre retornar a nuestra Palabra Sagrada o Mantra, repitiéndola todo el tiempo que dure nuestra oración. Es un grave error creer que estos poderes extraordinarios sean prueba de un gran desarrollo espiritual.
Siempre existe algo del propio ego al ejercitar cualquier don sensacional, sin excluir hasta el más espiritual.
¿Cuál es entonces la esencia de la oración contemplativa? El camino de la fe pura. Nada más. No es necesario que la sientas, sino que la practiques.
Me alegra escriba sobre este tema. Tal vez me equivoque pero creo que uno de los grandes males que vivimos hoy los cristianos es nuestra falta de meditación contemplativa. Hemos desarrollado mucho el intelecto y muy poco el espíritu de unión con Dios y con los demás.
ResponderEliminarUn abrazo.
También me gusta el texto de este hombre al hablar de que no es necesario sentir. Durante un tiempo medité esperando que sucediera algo, pero descubrí en los textos monásticos que esto no tiene porque ser así. La voz de Dios suena en la humildad del silencio.
ResponderEliminarQuerido Lirio, fíjate que somos tocayos en nuestro nombre pues Susana deriva de Lirio también (o Azucena).
ResponderEliminarPues me alegra que te guste el tema de este post, voy a continuar en otros con aportes que creo van a ser de mucha utilidad en nuestro camino contemplativo.
Abrazos en Cristo!!!
Hermoso lo que dices Fer. Así es La Voz de Dios se hace más clara y audible cuando no hablamos. Abrazos en Cristo y María!!!
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