¿Voces del miedo?
En
el evangelio de hoy, María tiene una decisión muy difícil de tomar. De
acuerdo con las reglas de su sociedad, cuando una mujer quedaba
embarazada fuera del matrimonio, podía ser lapidada hasta la muerte por
su flagrante desprecio de la santidad del matrimonio. Seguramente María
se preguntó cómo su amado José iba a reaccionar. El ángel Gabriel no
hizo nada para tranquilizarla y decirle que José iba a creer su
explicación. Y al principio, de hecho José no lo hizo!
¿Qué
opinaban sus padres? Incluso si ella creía, que dirían los otros
familiares? ¿Y también sus amigos? Se enfrentó a la desaprobación y la
incomprensión de cada dirección. ¿Cómo llegó el coraje de decir sí al plan de Dios sin la seguridad de que todo iba a salir bien?
Creo
que todos desearíamos que Dios nos contara sus planes, que nos indicara
en 10 pasos fáciles como serían los resultados finales, y claramente
detallado. ¿Cómo te sientes acerca de
la incertidumbre? ¿Cómo te sientes acerca de la desaprobación de la
gente? ¿Tienes el coraje de seguir la inspiración de Dios, no importa
qué, o estás esperando a que te aseguren que todo va a salir bien?
Rara
vez tenemos esa tranquilidad. Él prefiere que confiemos en él, y
confiar en él en su lugar. María encontró su coraje en Dios. La confianza no es un sentimiento, la confianza es una decisión que depende del amor, poder y sabiduría de Dios.
Cuando estamos controlados por el miedo o por la desaprobación de los
demás, es porque no estamos guiados por nuestra fe en Dios.
Aquí está una manera simple pero de gran alcance para silenciar las voces de miedo y en donde el valor puede crecer:
1.
Identifique el mensaje de lo que están diciendo sus temores. ¿Qué teme
usted que sucederá si sigue adelante y hace lo que Dios parece estar
pidiendo?
2.
Recuerde que el mensaje del miedo se basa, al menos parcialmente en
falsedades, pídale al Espíritu Santo que le recuerde todas las verdades
que contradicen estas mentiras.
3.
Elija actuar sobre esas verdades - responder a la verdad en lugar del
miedo. Avanzar con la seguridad de que puede confiar en el deseo de Dios
y de su capacidad para ayudarle a hacer todo lo que le pida. Este
es el momento de la Anunciación, experiencia propia. Esta es su
oportunidad de dar a Dios su propio mandato, su propio "¡Sí! Hágase en
mí según tu voluntad!" Dios nos habla en avisos todos los días.
Si podemos aprender del ejemplo de María, ella nos ayudara a decir "sí",
ella siempre está disponible como nuestra madre de la crianza y guía
que nos ayuda a vivir ese "sí".
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