lunes, 1 de marzo de 2010

EL ESPINOSO TEMA DEL SUFRIMIENTO

POR QUE SUFRIMOS? POR QUE DIOS PERMITE EL SUFRIMIENTO?

Preguntas como estas no tienen respuesta. Pero podemos analizar y sacar algunas conclusiones valiosas, a través de algunos escritos de personas que observaron con detenimiento el misterio del hombre frente al misterio del sufrimiento.

Anthony de Mello nos dice por ejemplo:

“Experiencias agradables vuelven la vida placentera; experiencias dolorosas la llevan al crecimiento. El sufrimiento nos muestra en dónde no estamos bien, en dónde aún no crecimos, de la misma forma que puntos dolorosos son síntomas de dolencias específicas o de regiones corporales sobrecargadas. No desperdicies ningún sufrimiento que te sobrevenga".

"Nada te puede dañar si estás despierto".

"Toda mínima partícula de sufrimiento, toda emoción negativa pueden llevarte al entendimiento, la claridad, la felicidad y la libertad si sabes cómo usarlas, si te das tiempo para comprender.”

Anselm Grün en su libro ¿Por qué a mí? cita a Kart Rahner y a C.G. Jung.

El primero nos dice:

"EL SUFRIMIENTO ES Y PERMANECE INCOMPRENSIBLE. Y ACEPTAR EL SUFRIMIENTO SIGNIFICA RESPONDER AFIRMATIVAMENTE AL DIOS INCOMPRENSIBLE. DIOS SABE PARA QUE ES BUENO TODO."

"Aprendamos a ver que en todo sufrimiento mora una fuerza positiva".

En la tradición, el sufrimiento se entiende a menudo como prueba y desafío para madurar.

Veamos ahora qué nos dice C.G. Jung

Jung compara la manera en que Jesús y Buda se comportaron frente al sufrimiento: “Cristo reconoce en el sufrimiento un valor positivo, y como ser que sufre es más humano y más real que Buda. Buda se negó al sufrimiento, pero con ello también a la alegría. Estaba escindido de los sentimientos y las emociones, y, en consecuencia, no era verdaderamente humano. Jung comenta (Jung, Cartas I, pág 300) que el hombre oriental busca “deshacerse del sufrimiento, quitándose el sufrimiento. El hombre occidental trata de reprimir su sufrimiento, muchas veces a través de drogas. Pero el sufrimiento debe superarse, y sólo se lo supera al SOPORTARLO. Jung está convencido de que “una auténtica religiosidad es el mejor medicamento para todos los sufrimientos del alma” (Jung, Cartas I, pág 157). Para Jung el sufrimiento posee un sentido. Y sólo si vemos el sentido dentro de él, podremos soportarlo. “La religión –según aclara Jung- no elimina el sufrimiento pero lo amortigua y nos muestra un camino para soportarlo, dado que el objetivo del sufrimiento es un nuevo estado. Y el cristianismo denomina a este estado resurrección, nueva vida divina que nos colmará por completo”.

Una ayuda para reconciliarse con el sufrimiento y aceptarlo como un paso necesario para la autorrealización, radica para Jung, en el símbolo de la cruz. El está convencido de que “la cruz nos muestra que nuestro camino de la encarnación, es, finalmente, un modo de llevar la cruz”. Debemos reconciliarnos con nuestra contradicción interior que muchas veces padecemos. Para Jung, la cruz es un “símbolo que puede transformar el sufrimiento en el hombre hacia una conciencia superior. Si el hombre se abre a Dios movido por aquello que le sucede y lo atraviesa desde afuera como sufrimiento, su vida se transformará gracias a la cruz. Entonces experimentará la cruz, del mismo modo que Jesús, como un camino al despertar, a la resurrección. La cruz es así la condición para que nuestros ojos se abran y podamos mirar hacia el misterio de la resurrección, donde no existen los opuestos entre la vida y la muerte, entre el sufrimiento y la felicidad.”

2 comentarios :

  1. Qué lindo post!!!! y qué tema!!!!!!
    Al respecto recomiendo ampliamente la lectura de la Encíclica "Salvifici Doloris" sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, de S.S. Juan Pablo II.
    Abrazo.
    MARANATHA

    Gabriel

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  2. Gracias Gaby. Te hice caso y publiqué luego algo basado en ese maravilloso documento de Juan Pablo II.

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