"La
esencia, el espacio de quietud, está ya en el ser humano; ninguna
fuerza tiene poder sobre él; lo que el vecino piensa de él no puede
entrar en ese lugar; lo que los demás dicen de él, sus críticas, su
rechazo, sus expectativas…, todo ello no tiene ningún acceso a ese
lugar. Si estoy en ese espacio experimento una sensación de quietud; hay
silencio y me escucho, y percibo que dentro de mí hay un misterio que
me supera.
Si estoy y escucho dentro de mí descubro un lugar donde Dios, que es el misterio, habita en mí y entonces puedo estar realmente en casa; allí intuyo una profunda paz; allí sé que, por debajo del ruido cotidiano y de la confusión del ego mental, hay un espacio de quietud.
Si me abandono al lugar de la quietud en mí, crece la sensación de confianza. Hay un espacio en mí sobre el cual nadie tiene poder; es el espacio donde Dios habita en mí; allí entro en contacto con mi verdadero yo; allí soy por entero yo mismo; allí crece mi autoestima, soy cada vez más yo mismo y surge la confianza".
Si estoy y escucho dentro de mí descubro un lugar donde Dios, que es el misterio, habita en mí y entonces puedo estar realmente en casa; allí intuyo una profunda paz; allí sé que, por debajo del ruido cotidiano y de la confusión del ego mental, hay un espacio de quietud.
Si me abandono al lugar de la quietud en mí, crece la sensación de confianza. Hay un espacio en mí sobre el cual nadie tiene poder; es el espacio donde Dios habita en mí; allí entro en contacto con mi verdadero yo; allí soy por entero yo mismo; allí crece mi autoestima, soy cada vez más yo mismo y surge la confianza".
Enrique y Mercedes Montalt Alcayde
ENTRA EN TI
ENTRA EN TI
No hay comentarios :
Publicar un comentario