El silencio es un tesoro y un milagro.
Es un milagro y un misterio que sólo podemos sentir y vivir en el centro de nuestra alma.
El silencio es «algo más», infinitamente más que estar callados o habitar un lugar o espacio donde no hay ruidos ni sonidos.
Es un milagro y un misterio que sólo podemos sentir y vivir en el centro de nuestra alma.
El silencio es «algo más», infinitamente más que estar callados o habitar un lugar o espacio donde no hay ruidos ni sonidos.
El silencio existe. Es una melodía infinita, eterna y amorosa, una música sin notas, porque las contiene todas.
El silencio es, existe, aquí y ahora, donde estás tú y donde estoy yo, en el centro de cada cosa, de cada persona y de cada criatura y envolviendo el aire que respiramos y toda la creación.
Descúbrelo.
Siéntelo.
Escúchalo.
Saboréalo.
Experiméntalo.
Vívelo.
El silencio es un sonido del ser, de la misma esencia de Dios, es una melodía de la música de Dios que resuena en el hondón del alma sosegada.
Sólo la experiencia del silencio interior nos abrirá las puertas a la paz, a la quietud y la armonía de todo nuestro ser en comunión con Dios y con toda la creación.
El silencio es la melodía de Dios que transforma toda nuestra existencia en música de Dios, en transparencia de Dios, en mitad de la vida.
Manuel J. Fernández Márquez
San Pablo
El silencio es, existe, aquí y ahora, donde estás tú y donde estoy yo, en el centro de cada cosa, de cada persona y de cada criatura y envolviendo el aire que respiramos y toda la creación.
Descúbrelo.
Siéntelo.
Escúchalo.
Saboréalo.
Experiméntalo.
Vívelo.
El silencio es un sonido del ser, de la misma esencia de Dios, es una melodía de la música de Dios que resuena en el hondón del alma sosegada.
Sólo la experiencia del silencio interior nos abrirá las puertas a la paz, a la quietud y la armonía de todo nuestro ser en comunión con Dios y con toda la creación.
El silencio es la melodía de Dios que transforma toda nuestra existencia en música de Dios, en transparencia de Dios, en mitad de la vida.
Manuel J. Fernández Márquez
San Pablo
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