lunes, 3 de junio de 2019

SILENCIO Y CONTEMPLACION

El camino hacia ese lugar de silencio pasa por la oración y la meditación. Cuando la persona se adentra en el lugar de quietud que hay en su interior, entonces crece en ella el sentimiento de libertad y confianza. Crece el sentimiento del propio valor. Crece el sentimiento de libertad y confianza. Es el sentimiento de que la persona tiene un núcleo divino, que es el espacio de silencio y quietud en el que sólo Dios habita, y sobre el que este mundo no tiene poder ninguno. El yo de la persona no es más que una etapa; el nosotros es un fin y la soledad un medio para percibir los valores.
J. L. Vázquez Borau
Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld, 2013

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