A. de Mello
Sus discípulos le preguntaron a un maestro oriental: “¿Qué te ha proporcionado la iluminación” Y contestó: “Primero tenía depresión y ahora sigo con la misma depresión, pero la diferencia está en que ahora no me molesta la depresión”.
Si sufres es que estás dormido. El dolor existe pero el sufrimiento no. El sufrimiento no es real sino obra de tu mente.
Estar despierto es aceptarlo todo no como ley ni como sacrificio ni como esfuerzo, sino por iluminación. El sufrimiento sólo existe cuando te resistes o revelas contra el dolor: esa lucha inútil da por resultado el sufrimiento.
Estar despierto es no dejarte afectar por nada ni por nadie. Y eso es ser libre.
Pero, existe el miedo a ser libres.
Lo contrario al miedo es el amor. Donde existe el amor, no hay miedo. El místico es el que es capaz de liberarse completamente del miedo: por eso no es violento. (El odio es una consecuencia del miedo) . El enemigo del amor no es el odio sino el miedo . El miedo genera los deseos. Los deseos son otra consecuencia del miedo. El que no tiene miedo está seguro y no desea nada. El apego es miedo y el miedo te impide amar.
No puede llamarse malo al que comete actos equivocados creyendo que hace bien, o al que hace esto compulsivamente defendiéndose de peligros que sólo están en su imaginación. Ese es un ser dormido al que hay que despertar o un enfermo al que hay que curar.
El sufrimiento que padeces es el equivalente a tu resistencia a la realidad.
HAY QUE DISFRUTAR DE TODO PERO SIN APEGARSE A NADA.
“En el amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera todos los miedos”. (1Jn 4,18)
Y si Dios está con nosotros… ¿quién estará contra nosotros?
Si sufres es que estás dormido. El dolor existe pero el sufrimiento no. El sufrimiento no es real sino obra de tu mente.
Estar despierto es aceptarlo todo no como ley ni como sacrificio ni como esfuerzo, sino por iluminación. El sufrimiento sólo existe cuando te resistes o revelas contra el dolor: esa lucha inútil da por resultado el sufrimiento.
Estar despierto es no dejarte afectar por nada ni por nadie. Y eso es ser libre.
Pero, existe el miedo a ser libres.
Lo contrario al miedo es el amor. Donde existe el amor, no hay miedo. El místico es el que es capaz de liberarse completamente del miedo: por eso no es violento. (El odio es una consecuencia del miedo) . El enemigo del amor no es el odio sino el miedo . El miedo genera los deseos. Los deseos son otra consecuencia del miedo. El que no tiene miedo está seguro y no desea nada. El apego es miedo y el miedo te impide amar.
No puede llamarse malo al que comete actos equivocados creyendo que hace bien, o al que hace esto compulsivamente defendiéndose de peligros que sólo están en su imaginación. Ese es un ser dormido al que hay que despertar o un enfermo al que hay que curar.
El sufrimiento que padeces es el equivalente a tu resistencia a la realidad.
HAY QUE DISFRUTAR DE TODO PERO SIN APEGARSE A NADA.
“En el amor no hay temor. Al contrario, el amor perfecto echa fuera todos los miedos”. (1Jn 4,18)
Y si Dios está con nosotros… ¿quién estará contra nosotros?
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