martes, 26 de octubre de 2010

C.G.Jung - REFLEXION

El Universo no nos juzga, sólo nos provee de consecuencias y de lecciones y de oportunidades para equilibrarnos y aprender a través de la Ley de la causa y el efecto.

La Compasión nace del reconocimiento que cada uno de nosotros lo estamos haciendo tan bien como podemos dentro de los límites de nuestras creencias y capacidades actuales.

Que yo alimente a los hambrientos, perdone un insulto, y ame al enemigo – éstas son grandes virtudes. Pero si tuviera que descubrir que los más pobres entre los mendigos y el más imprudente entre los ofensores están todos dentro de mí y que yo sobrevivo necesitando de las limosnas de mi propia caridad: que yo mismo soy el enemigo que tiene que ser amado – ¿Entonces qué?

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